 Por Alfonso Somoza @sukosomoza | Google + |
Valentino Rossi no encontró las respuestas que buscaba en el último test de Jerez. El líder del campeonato acabó la carrera del domingo en décima posición, condicionado por el spinning (deslizamiento) de su neumático trasero y por una falta total de sensaciones en la goma delantera que obligaron al italiano a rodar entre 2 y 3 segundos más lento por vuelta en la última parte de la carrera.
El domingo, tras el warm-up, Valentino y su equipo técnico decidieron hacer un cambio radical en su YZR-M1 para intentar encontrar algo más de agarre en la goma trasera, una solución que finalmente empeoró todavía más las cosas en la carrera. "Durante el fin de semana nunca fuimos fuertes", explicó el de Tavullia el lunes tras el test. "Antes de la carrera probamos algo diferente, porque teníamos mucho spin [deslizamiento detrás]. Pero lamentablemente no funcionó. Si hubiese usado el setting normal, creo que podría haber hecho una mejor carrera. Pero nos arriesgamos y lamentablemente ya vimos que funcionó peor".
En vista del resultado, Valentino optó por recuperar el setting habitual de su M1 de cara al test, probando además una nueva evolución del chasis de la Yamaha que no terminó de convencerle. "Hoy hemos buscado resultados con un setting más normal, pero por desgracia el material nuevo y el chasis nuevo no funcionan mejor", se lamentaba el #46.
"En este test hemos probado algunas cosas diferentes y creo que hemos entendido algo importante para solucionar el problema en el futuro", añade Valentino, que también dedicó parte de la jornada a probar la nueva carcasa delantera de Michelin que tanto él como otros pilotos venían reclamando desde la cita inaugural de Losail. "He probado la carcasa más dura y para mí no marca una gran diferencia, pero la prefiero", apuntaba el piloto de 38 años.
Valentino se marcha de Jerez con un resultado discreto tanto en carrera (10º) como en el test (21º a 1.8 segundos de Viñales), y lo hace además con la sensación de no haber encontrado una solución clara a sus problemas. "Para mí, en general, este fin de semana ha sido difícil porque nuestra moto no tiene un buen matrimonio con los neumáticos", explica Rossi, "es nuestro mayor problema. Hoy al final hemos entendido algo, pero la sensación que queda es la misma. Espero que para Le Mans la moto se lleve mejor con los neumáticos".
En vista de que el nuevo neumático delantero de Michelin no termina de solucionar sus problemas, el italiano cree que Yamaha debe trabajar más en la moto para evitar que se repita otro fin de semana como el de Jerez: "A corto plazo creo que podemos probar algo con el set-up. Pero necesitamos algo... no sé el qué, sinceramente, pero parece que es algo de dentro [de la moto]".
