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Si el año pasado Valentino Rossi supo controlar mejor que nadie el 'spinning' (deslizamiento) del neumático trasero en Jerez, hoy el piloto de Tavullia no ha sabido gestionar la falta de agarre en el neumático trasero de su Yamaha. Valentino ha acabado muy lejos de la cabeza de carrera, en décima posición, con evidentes problemas de agarre en su YZR-M1 que le han obligado a rodar entre 2 y 3 segundos más lento por vuelta que los demás pilotos durante el último tercio de la carrera.
"Ha sido un fin de semana muy difícil para nosotros y una carrera muy complicada, todos los síntomas han llegado de forma inesperada", explicaba el #46 a la prensa tras mantener una reunión de una hora con sus ingenieros y los técnicos de Michelin. "Esperábamos ser mucho más competitivos, sobre todo si miramos los resultados logrados en Jerez los últimos años. Pero aquí hemos tenido problemas de spinning [deslizamiento] desde el primer día. Ha sido nuestro principal problema todo el fin de semana".
Antes del inicio de la carrera, en vista de que la novena posición lograda en el warm-up no invitaba al optimismo, Valentino y su jefe de mecánicos, Silvano Galbusera, decidieron cambiar los settings de la moto por completo para intentar buscar algo de agarre en el tren trasero, una decisión que finalmente complicó todavía más las cosas a Rossi en carrera.
"Hemos cambiado la moto en el warm-up y luego otra vez antes de la carrera, porque después del séptimo puesto del qualifying necesitábamos una reacción", cuenta el de Yamaha. "Para nosotros era imposible usar la goma dura, así que hemos probado otras soluciones para tener menos spinning. Pero al final ha sido incluso peor, porque tampoco tenía confianza delante".
"En carrera", añade Valentino, "ha ido muy mal, frenando e incluso girando. En todos lados iba mejor en los entrenamientos que en carrera. Además al final tampoco hemos eliminado el spinning. Al final hemos empeorado las cosas. Ahora es fácil decirlo, pero los cambios del domingo han sido un error, deberíamos haber renunciado a ellos. Está claro que hemos arriesgado, pero siempre lo hacemos. Y después de ser noveno en el warm-up, no podía seguir con esa configuración".
Además del spinning trasero y la falta de sensaciones delante, Valentino Rossi ha tenido que enfrentarse a otro problema en la parte final de la carrera, cuando ha sido sobrepasada por Jonas Folger y Aleix Espargaró: "En las últimas seis o siete vueltas sentía vibraciones muy fuertes, sobre todo en las curvas a la izquierda. He tenido que rodar tres segundos por vuelta más lento, era el piloto más lento de la carrera. Tengo suerte de haber completado las 27 vueltas y de lograr seis puntos"
"Parece que tenemos problemas de base", lamenta el piloto de 38 años, "porque hemos cambido muchas cosas en la moto, pero no ha cambiado nada. Del viernes al domingo hemos ido hacia atrás claramente. ¿Por qué? No lo puedo decir, tenemos que analizar primero la telemetría. Jerez siempre es un circuito donde se sufre de spinning, y sin embargo ganamos el año pasado. Pero esta vez hemos sufrido más que los demás".
Los pilotos de MotoGP disputarán mañana un nuevo test en el trazado jerezano donde podrán probar la nueva carcasa delantera de Michelin con mayor rigidez, más similar a la del año pasado. Valentino confía en que mañana puedan "mejorar y entender qué ha ido mal aquí durante los tres días. Será interesante ver qué soluciones encontrarmos el lunes de cara a Le Mans, tenemos que hacer mejoras significativas en las próximas dos semanas".
A pesar de este fin de semana tan complicado, Valentino Rossi llegará a Le Mans líder del campeonato con 62 puntos, sólo dos más que Maverick Viñales.