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La última jornada de test en Qatar no fue todo lo positiva que Valentino Rossi esperaba. Tras las buenas sensaciones del segundo día, cuando el italiano terminó segundo a menos de tres décimas de Maverick Viñales, el de Tavullia no encontró el ritmo necesario este pasado domingo, terminando con el 11º mejor tiempo a casi 9 décimas de su compañero de equipo.
Valentino Rossi, que se marcha de Losail con el sexto mejor tiempo de la combinada a 420 milésimas de Viñales, reconocía al término del test "haber sufrido" durante el último día, y lamentó no haber podido aprovechar la puesta a punto del sábado: "Hoy he sufrido más y he sido más lento, el setting de ayer no me ha permitido ser tan rápido. Hoy las condiciones de la pista eran diferentes, había más arena", comentaba el #46.
"Lo cierto es que no hemos entendido lo que tenemos que hacer para para que la moto sea rápida. A veces lo hacemos mejor, como ayer, pero otras sufrimos más como hoy. Tenemos que revisar los datos, discutir todo e intentar entender qué hacer", explica Valentino a falta de dos semanas para el inicio del campeonato.
Con el de Qatar, Maverick Viñales ha dominado los cuatro test oficiales de pretemporada, un resultado que no desanima a Valentino, que confía en poder estar a su nivel muy pronto, y prefiere bromear sobre sus encuentros en pista con el piloto español: "En mi vuelta rápida alcancé a Viñales, pero sólo le pude pasar en la única vuelta en la que fuimos despacio", decía 'Vale' entre risas a los periodistas, a la vez que aseguraba que "hoy quizás podría haber sido un par de décimas más rápido, pero repetir el tiempo de ayer habría sido más complicado".
¿Por qué motivo no ha hecho Valentino una simulación de carrera en la última jornada de test? "Sabía que no era rápido en términos de ritmo, no podía pilotar a gusto. Viñales ha sido rápido, unas 8 décimas más que yo. No, no ha sido un día positivo", valoraba el piloto de 38 años.
Rossi es consciente de que la M1 2017 "tiene mucho potencial" viendo los tiempos de Viñales, y confía en que tanto él como su equipo técnico se pongan las pilas antes de la primera carrera del domingo 26 de marzo: "Creo que Viñales y su equipo han sido capaces de entender en poco tiempo lo que se necesita para sacarle el máximo, y nosotros vamos con un poco de retraso. Estamos un poco preocupados, espero que podamos ser fuertes de cara a la primera carrera".
En un tono más distendido, Valentino jugaba al despiste con los medios presentes en el paddock de Qatar: "Espero algún tipo de milagro dentro de dos fines de semana... o podría decir algo del tipo: sabemos exactamente lo que necesitamos pero queremos mantenerlo oculto. Lo cierto es que la M1 2017 es una moto diferente a la anterior, y todavía no hemos trabajado en ella lo suficiente para poder sacarle lo mejor".