Lo más importante es que, como asegura Rossi, lo peor ya ha pasado y ahora sólo queda un trabajo duro de recuperación: "Lo mejor de todo es que lo peor ya ha pasado y las dos operaciones a las que me he visto sometido han salido bien. Ahora viene un período complicado, en el cual tengo que tener cuidado pues hay mucho riesgo de infección, y debo mantener la pierna en alto constantemente. Después vendrá un segundo período, que será cuando comience la rehabilitación, apoyando la pierna con la ayuda de unas muletas".
Pese a todo, el italiano ha querido dejar bien claro que en ningún momento ha pensado dejar de correr, y que le queda mucho tiempo en los circuitos: "Sinceramente, en ningún momento he sentido miedo. Me asusté cuando vi la pierna, pero lo que más me disgustó fue saber las carreras que me iba a perder. Me tomaré todo el tiempo que haga falta y no haré estupideces sólo por querer volver cuanto antes. Sé que tengo una moto para el año que viene y no creo que tenga que acelerar mi regreso ni demostrar nada a nadie. Podría perderme sólo cuatro carreras, pero eso no me valdría para luchar por el Mundial.
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Fuente: Motogp.com
