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Seis caídas, un abandono por avería, dos podios, un séptimo y un decimotercer puesto. Así se resume el preocupante inicio de temporada protagonizado por el equipo oficial Ducati MotoGP Team durante las cinco primeras carreras del año, unos resultados que han relegado a sus dos pilotos de fábrica, Andrea Iannone y Andrea Dovizioso, a ocupar la 10ª y la 11ª plaza respectivamente en la general, a más de 60 puntos del líder Jorge Lorenzo, por detrás incluso de Héctor Barberá, la mejor Ducati hasta el momento con 39 puntos y octavo en la general sobre una Desmosedici GP14.12 de hace dos años.
La gota que ha colmado el vaso llegó el pasado domingo en Le Mans, cuando los dos Andrea terminaron por los suelos mientras luchaban por las posiciones de cabeza. Primero fue Iannone, al que se le cerró la dirección de su GP16 cuando trataba de alcanzar a Jorge Lorenzo durante el inicio de la prueba, y después llegó la caída de Dovizioso, que perdió el tren delantero de su Ducati en la curva siete, a rueda de Valentino Rossi.
Tras la carrera, Iannone explicó que, desde casa, "podía parecer que estaba frenando fuerte, pero no era así y la telemetría lo demuestra. No estaba forzando la frenada, a diferencia de lo que estaba haciendo cuando me seguía Dovizioso. Tengo curiosidad por saber qué ha pasado, porque durante los libres fui más agresivo con los frenos y nunca tuve ningún problema. Le estaba recuperando a Jorge en aceleración y paso por curva, no esperaba que se cerrara la dirección porque intentaba conservar los neumáticos".
A la pregunta de qué solución podrían aplicar en la moto para evitar otra caída silimar, el piloto de Vasto explicó que "quizás tengamos que equilibrar mejor la moto, puede que tengamos demasiado agarre detrás y fuerce la parte delantera". Y dejó claro que no existe ninguna rivalidad en su box por saber qué piloto seguirá el próximo año junto a Jorge Lorenzo: "Mucha gente piensa que hay un duelo entre nosotros, que estamos nerviosos. Hablo por mí mismo: sólo pienso en el campeonato y no en el futuro, lo único importante es ser rápido".
Por su parte, Dovizioso cree que su caída estuvo motivada por una tumbada excesiva al forzar el ritmo para no perder la rueda de Valentino: "En esa curva estaba un par de grados más inclinado de lo habitual, 45º en lugar de 47º, no son muchos, pero sí suficientes para caerme. Con este neumático es así, no tienes tiempo para pasar el límite, sin darte cuenta estás en el suelo. Tanto Marc como yo hacíamos lo posible para evitar que Valentino se marchase".
Preguntado por el gran número de caídas que están sufriendo las Ducati oficiales este año, Dovi cree que la fábrica italiana debe buscar una mayor consistencia en carrera para evitar que los dos Andrea tengan que ir por encima del 100% desde la salida hasta el banderazo a cuadros: "Es sólo una opinión mía, pero creo que debemos pensar de un modo diferente. Hasta ahora nos hemos centrado en la velocidad, ahora debemos pensar en la constancia. Tenemos que ser capaces de ser rápidos sin ir siempre al límite. Necesitamos mejorar algunas características de la moto... no es algo relacionado con los settings, tampoco digo que haya nada mal, son algunos puntos.... aunque también hemos tenido tres carreras desafortunadas. Lo importante es hablar y ver si tenemos las mismas ideas".
Para el máximo responsable de Ducati Corse, Gigi Dall'Igna, "un doble abandono siempre es difícil de aceptar, sobre todo en un fin de semana en el que la Desmosedici GP y nuestros dos pilotos han demostrado estar a un nivel excelente. Si queremos buscar algo positivo, podemos decir que después de un GP de España muy complicado en Jerez, aquí en Le Mans hemos vuelto a pelear por las posiciones de cabeza en los entrenamientos y las carreras. Ahora tenemos que dejar rápidamente por detrás esta decepción y centrarnos en nuestra carrera de casa, el GP de Italia en Mugello, donde haremos lo posible por dar una satisfacción a nuestros fans".