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Valentino Rossi se despide del último IRTA de pretemporada celebrado en Losail con el quinto mejor registro global, a seis décimas de Jorge Lorenzo, y lo que es más importante para el italiano, mucha confianza de cara a la primera carrera del año en este mismo escenario.
El de Tavullia ha aprovechado hoy la primera parte del test para probar algunos cambios de geometría en su Yamaha M1, reservando la última hora y media de test para realizar un simulacro de carrera de 15 vueltas, con muchos giros en 1'56 bajo y tres vueltas consecutivas en 1'55 (1:55.429, 1:55.467 y 1:55.969).
El día no empezaba demasiado bien para Valentino, que ha sufrido una caída en la curva 10, el mismo punto en el que ya se fue al suelo el pasado miércoles. "Por desgracia he tenido otra caída en la misma curva en la que me caí hace dos días, pero no hay que preocuparse por nada", contaba el italiano. "Estoy feliz porque en la última hora y media hemos mejorado la configuración de la moto, me he encontrado más a gusto y he rodado fuerte. Tenía una vuelta rápida suficiente y he sido quinto. Lorenzo ha sido el más fuerte, pero somos vecinos de box".
"Intenté hacer una simulación de carrera de quince vueltas y fue muy interesante porque los neumáticos se comportan de forma diferente del principio al fin", explica el de Yamaha, "pero me las arreglé para ir bastante fuerte. Está claro que en una carrera puede cambiar todo, hay muchos factores que afectan al resultado. Solo espero estar preparado".
Valentino parece haber encontrado un buen setting de cara a la primera carrera del año en Losail del próximo 20 de marzo, una cita que afronta con optimismo a pesar del buen nivel de sus rivales. "Las buenas noticias son que nuestra moto es competitiva y que ha mejorado mucho desde el primer test. En la primera carrera habrá muchos pilotos delante, pero también seremos competitivos. En Sepang las diferencias fueron mayores, ahora las Ducati son rápidas. La primera carrera será de todo menos fácil. Pero la moto funciona bien, incluso trabajando con los Michelin, que han mejorado. Todo parece ir bien".
Lo que más preocupa a Rossi en Losail es el agarre de la pista, muy cambiante en función de la cantidad de goma acumulada y de la humedad de la noche, que rápidamente baja la temperatura de la pista y compromete el agarre de los Michelin. "El problema es que el circuito ha ido mejorando día tras día, de ahí que se haya ido incrementando la carga en el tren delantero. Por eso hemos tenido que reaccionar. Ayer no nos iba mal con el compuesto blando, hoy era demasiado blando. Creo que las últimas cinco vueltas serán complicadas para todos. Pero la moto va bien, así que podremos mantener un ritmo decente".