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La Ducati Scrambler, que irrumpía el año pasado con fuerza en el mundo de las dos ruedas ha visto por fin completada su estética más elegante con los complementos específicos Rizoma. Una combinación de exclusividad, agresividad y distinguidas líneas en dos kits que llevan a la bicilíndrica más icónica de Ducati a otro nivel. Una amplia selección de accesorios únicos y especiales que permite interpretar desde diferentes estilos el concepto de personalización.
Por un lado, Rizoma presenta el kit 21010 Hell, dirigido al público enamorado de la estética Cafe Racer en el que la velocidad prima ante todo, y la estética busca la sencillez de los elementos con un toque minimalista. Entre los componentes más relevantes destacan los semi manillares y un soporte para la instrumentación original, kit de estriberas regulables, cúpula en lámina de aluminio que enfatiza la personalidad de la Scrambler, tapa del filtro aire, tapas de la distribución con forma en L del motor desmodrómico y numerosos más detalles.


Por su parte el kit 21010 Flat Track saca el lado más travieso y divertido de la Scrambler. Dirigido a los enamorados de los caminos de tierra y optimizado para una conducción por recorridos sinuosos en los que hacer derrapar la rueda trasera se convierte en casi una obligación. Entre los elementos más destacables podemos encontrar un manillar cónico que hace más ágil la Ducati, torretas específicas que incluyen el soporte para la instrumentación, manetas regulables, estriberas "Touring" que ofrecen un mayor agarre, protectores de motor y todo tipo de complementos.