 Redacción @todocircuitoweb |
Para muchos motoristas, el frío no resulta un impedimento a la hora de disfrutar de su moto. El invierno es una estación en la que, con un mínimo de preparación y una buena planificación de nuestra ruta, podremos seguir disfrutando de nuestra gran pasión igual que en cualquier otra época del año, siempre que seamos conscientes de las bajas temperaturas a las que vamos a enfrentarnos.
Para que nuestra fiel compañera no nos falle en una salida de fin de semana o un viaje largo en los meses de invierno, es recomendable vigilar ciertos aspectos de su mecánica como la batería -con temperaturas bajo cero el motor de arranque necesitará más carga para encender el motor-, los neumáticos -con buen dibujo para no tener problemas con el agua-, y el nivel de anticongelante, un punto crítico especialmente si nuestra montura dormirá en la calle.
Revisa también el estado de los faros y las bombillas, ya que en invierno es cuando rodamos con menos luz solar, y la presencia de humedad y agua en el asfalto convierte la carretera en una camino negro y oscuro en el que una buena iluminación artificial nos puede evitar más de un susto.
Precisamente para evitar rodar de noche, es importante realizar una buena planificación antes de salir de casa. Si bien un motero bien equipado puede llegar hasta el fin del mundo, no es agradable enfrentarse a temperaturas bajo cero o a ciertos contratiempos como la nieve o el viento, especialmente si va acompañado de lluvia, por eso es fundamental echar un vistazo a la previsión meoterológica a lo largo de nuestra ruta, y si es necesario, hacer un algo en el camino más largo de lo previsto a la espera de que el tiempo mejore antes de continuar. Recuerda evitar salir a primera hora -mayor riesgo de heladas y placas de hielo- y aprovecha las horas centrales del día para completar tu ruta, calculando tu llegada a cada destino no más tarde de las 18:00.
Ya tenemos nuestra moto lista para cualquier aventura y tenemos en mente qué adversidades podemos encontrarnos a lo largo del camino. El siguiente punto, no menos importante, guarda relación con nuestra equipación; si quieres un consejo, para salidas invernales utiliza siempre un conjunto de chaqueta y pantalón que sean de la misma marca y que se puedan unir por cremallera. De este modo te aseguras un encaje perfecto y un sellado total en la zona de la cintura, evitando pasar frío en los riñones por culpa de una chaqueta que vaya dejando al aire la zona baja de la espalda.
Mira por ejemplo el conjunto de chaqueta y pantalón RST Adventure X, que ofrece una membrana exterior Maxtex, un forro interior Sinaqua que evita la entrada de agua y un forro interior de malla fijo, un detalle importante si en nuestra ruta vamos a sufrir cambios importantes de temperatura (por ejemplo subir una montañana a -3ºC y después rutear por un valle a 12ºC).
La unión entre ambos es por cremallera de tres ajustes, y otro detalle que nos gusta es la cubierta de nailon laminado y su puntada triple, una característica que nos asegurará una duración de la prenda durante muchos años.
Otra zona de nuestro cuerpo que no debemos olvidar son los pies. En muchas motocicletas la zona de las piernas recibe todo el aire de forma directa, y si tenemos en cuenta que el agua de los charcos y la propia estela que va levantando nuestra moto va a parar a las extremidades inferiores, es fundamental equiparnos con unas botas impermeables que nos mantengan los pies calentitos desde que salimos del garaje hasta que llegamos a nuestro destino.
Si no quieres cambiar de marca, en RST tienes las botas Adventure II, que cuentan con doble cierre de velcro y hebilla, una suela diseñada para evitar cualquier resbalón ya sea encima de las estriberas o andando, y una membrana transpirable e impermeable SinAqua que conservará nuestros pies secos y calientes en todo momento.
Y para completar nuestro escudo contra el frío, la guinda del pastel: unos guantes calefactados con batería de litio. Esta solución es ideal para aquellas motos que no cuentan con puños calefactados o para aquellos motoristas que no quieren instalar un sistema de este estilo en sus máquinas.
Su funcionamiento es realmente simple: si tomamos como ejemplo los guantes calefactables de RST, los Paragon Thermotech, descubrimos que en su interior de cuero de vaca y microfibra se esconden unos pequeños filamentos que se calientan gracias a la energía que aporta una ligera batería de litio con un peso prácticamente inapreciable, una tecnología capaz de ofrecer hasta cuatro horas de calor de forma constante y que podremos recargar en cualquier enchufe o toma USB en cuestión de minutos.
Cazadora, pantalón, botas, guantes calefactables... ya tenemos la lista casi completa. Si eres de los que no quiere dejar nada al azar, nuestro consejos es que no te olvides de las prendas interiores, las que están en contacto directo con tu cuerpo. ¿Por qué llevar una simple camiseta de algodón o un pantalón de chandal cuando el mercado ofrece soluciones económicas y confortables como el conjunto RST Tech-X Coolmax?
Su tejido CP-U posee propiedades de drenaje y transpiración que ayudan a regular la temperatura corporal, de modo que su uso es recomendable tanto en pleno invierno con temperaturas bajo cero como en esos viajes veraniegos bajo el sol con el mercurio rozando los 40ºC.
Y si en tu ruta te sorprende una larga y molesta lluvia, nunca está de más hacerle un hueco en tu equipaje a un mono de agua como el que ofrece RST en su catálogo. Es ligero, cabe en cualquier hueco y te lo puedes poner encima de la equipación en un par de minutos, ¡y además su color amarillo flúor te hará destacar entre el tráfico en condiciones de baja visibilidad!
En definitiva, no dejes que tu moto hiberne en el garaje durante los meses más fríos del año. Una buena puesta a punto mecánica, una planificación cuidadosa de la ruta y la elección de una equipación de alta calidad capaz de afrontar cualquier desafío meteorológico te brindarán la oportunidad de seguir disfrutando de tu gran pasión de forma cómoda y segura.
