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Andar "en automático": Cómo hace el cerebro de un motorista para tomar decisiones en segundos

Publicado el 24/01/2025 en Artículos

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TCRedacción 
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Existen varios escenarios donde las personas se ven obligadas a pensar rápido y tomar decisiones en fracciones de segundo. Puede ser desde decidir un número de la ruleta hasta pensar si es mejor tomarse un tren a tope de gente o esperar el siguiente. 

Cuando te subes a una motocicleta es probable que tengas que tomar decisiones rápidas. Esquivar un pozo, abrir el paso a un camión que entró a la ruta sin ver quienes venían detrás, frenar de golpe por un peatón descuidado. Todas estas situaciones son cotidianas y no por eso menos problemáticas. 

De la misma manera, cuando una persona juega en un casino en línea con crupieres en vivo, su cerebro tiene que tomar varias decisiones en nanosegundos. Pedir una carta más o plantarse, elegir un número distinto de la ruleta o apostar todas sus fichas a una mano de póker son algunas de las microdecisiones que pueden marcar la diferencia entre volver a casa honrado o "pelado". 

Sin embargo esas decisiones, las de los casinos, no requieren procesamiento témporo-espacial. En este artículo veremos los mecanismos que se activan en el cerebro cuando toca tomar una decisión tan rápida y las diferencias que hay entre unos sistemas y otros.

Congelar el tiempo 

Si te has visto alguna vez en un embotellamiento, donde se los coches avanzan pero también se detienen y hay que esquivar peligros permanentemente, recordarás que todas esas decisiones para llegar a salvo a casa las hiciste en un modo casi automático, casi "sin pensar". 

Una investigación de la Universidad Complutense de Madrid ha estudiado este tipo de decisiones rápidas. Lo hicieron a través de un juego de ordenador y con la ayuda de 400 voluntarios. En el estudio, descubrieron que el cerebro "compacta" el tiempo, prediciendo las trayectorias de todos los escenarios que lo rodean. 

Convertir la película en un fotograma

Los científicos venían hace ya 10 años sosteniendo la hipótesis de la compactación del tiempo. Esta explica que nuestros cerebros simplifican las situaciones, pudiendo actuar con mayor rapidez. Entonces, por ejemplo, en una muchedumbre en movimiento, el cerebro escanea todo lo que rodea a la persona y hace una proyección de las trayectorias de todo lo que lo rodean para poder pasar sin chocar con nadie.

Es decir, en un lugar donde hay varios elementos en movimiento, las neuronas aprenden a compactar el movimiento y transformarlo en una "foto" que tiene toda la información necesaria para moverse con tranquilidad sin chocar a nadie, sabiendo por dónde puede (o no puede) pasar.

Esta habilidad es la que permite la conducción de una motocicleta, por ejemplo. Si no tuvieramos esta capacidad de discernir y movernos rápido en el espacio, seguramente tendríamos que conducir a velocidades ridículamente bajas o los accidentes serían muchísimo más frecuentes.

Afortunadamente, tanto para situaciones en la carretera como para otros momentos donde se requiere capacidad de reacción, el cerebro actúa casi de forma automática, procesando la información disponible en fracciones de segundo.

¿Cómo se hizo el experimento?

Más de 400 voluntarios de diversas universidades, tanto nacionales como internacionales (en particular, rusos), participaron en un juego de computadora diseñado para evaluar la capacidad de aprendizaje en situaciones dinámicas. Según los investigadores, estas situaciones tienen un procesamiento interno distinto a otras situaciones de la vida. Se interpretan como un mapa estático, denominado "Representación Interna Compacta" (CIR, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con las explicaciones del análisis publicado en los jornales científicos, en el experimento los participantes debían descubrir una regla, como presionar una tecla específica en respuesta a determinados estímulos visuales en la pantalla. El número de intentos necesarios para identificar la regla dependía de si el voluntario aplicaba o no un proceso conocido como "compactación del tiempo". 

Los resultados mostraron que, en un grupo de voluntarios, el aprendizaje era más rápido al usar la compactación del tiempo. En cambio, cuando los participantes estaban privados por los científicos e imposibilitados de usar esta estrategia, el aprendizaje se volvía más lento.

Es decir, la capacidad del cerebro para transformar estímulos visuales en información para la toma de decisiones hacía que descubrieran más rápidamente la regla escondida en el análisis. 

El cerebro, una máquina increíble

Los investigadores de la Universidad Complutense de Madrid aseguran que han confirmado su hipótesis de la compactación del tiempo. Recordamos que, de acuerdo a esta teoría, el cerebro transforma el tiempo en espacio, facilitando la simplificación de situaciones y permitiendo respuestas inmediatas en situaciones que lo requieren, por ejemplo, al intentar moverse entre una muchedumbre.

Además, entender cómo funciona el cerebro humano puede tener aplicaciones mucho más allá de la medicina o de la comprensión de la anatomía humana.

Es una capacidad casi instintiva que nos permite tomar decisiones rápidas y precisas, un mecanismo que nos permite responder de forma casi automática en situaciones complejas. Esto es imprescindible en las competiciones de motocicleta, donde una distracción, un error o un problema mecánico pueden costarle el campeonato a un piloto o hasta la vida. 

Otras decisiones, como las que se toman en un casino en línea, son igual de rápidas pero, en ese caso, la cognición espacio-temporal no es importante. Se trata de otro tipo de decisiones rápidas donde la habilidad del jugador, la experiencia, la práctica y el control de los nervios pueden tener un peso mucho mayor que el de saber esquivar las curvas.

Tags: pensar, rapido.


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