 Por Alfonso Somoza @sukosomoza Google+ |
Día intenso de quirófano para los hermanos Espargaró. Mientras que el mayor, Aleix, era intervenido en Barcelona por el Doctor Xavier Mir de una rotura del ligamento colateral del dedo pulgar de la mano derecha tras su caída en Le Mans, Pol viajaba hasta Madrid para ser operado por el doctor Ángel Vilamor a causa del síndrome compartimental que el piloto catalán viene sufriendo en su antebrazo derecho desde hace varias carreras.
La gota que colmó el vaso llegó durante el pasado Gran Premio de Francia, cuando el piloto del Monster Yamaha Tech 3 acusó una importante falta de fuerza en su brazo derecho a partir de la séptima vuelta de la carrera, una situación que adelantó sus planes de pasar por quirófano. "Como ya había notado algunas veces estas molestias pensaba que poco después de la carrera se me pasarían, pero no fue así", ha explicado Pol en declaraciones recogidas por Motogp.com. "De todas formas, seguí con la idea de visitar a un fisioterapeuta, aunque rápidamente vimos que necesitaba que me viese un especialista. Hemos decidido acelerar al máximo el proceso de consultar al médico, en este caso a Ángel Villamor, y de meterle mano al brazo para así tener el máximo de días posibles entre la operación y la próxima carrera. La verdad es que había notado algunas otras veces esa sensación en el antebrazo, pero no le quise dar mayor importancia".
"En estas dos últimas carreras ha sido un poco más grave. En Jerez lo achaqué al tipo de circuito y al esfuerzo que hice en las primeras vueltas tratando de seguir primero a Lorenzo y Márquez, y después a Rossi y a Crutchlow, pero en Le Mans ha sido peor porque me empezó a costar pilotar desde muy pronto. Por suerte la operación ha ido bien y puedo empezar a trabajar en breve para intentar llegar en las mejores condiciones posibles a las siguientes carreras", añade el menor de los Espargaró, que ya trabaja en su recuperación para llegar al 100% al próximo Gran Premio de Italia dentro de dos semanas.
