"Créeme que tuve que coger el teléfono para cerciorarme de que realmente me había tocado y no era una broma". Fue una grata sorpresa para este hombre de 37 años, que hacía mucho que no iba a una carrera de MotoGP: "La última vez fue a finales de los '90, cuando Doohan y Crivillé eran las estrellas de este circo. Recuerdo que fui sólo el domingo de la carrera, y estuve en la pelouse. Imagínate el contraste de haber vivido la experiencia 10 años después desde dentro y tan bien tratado".
Lo que más le impactó fue ver su nombre por todas partes: "Los mecánicos me saludaron como si me conocieran de toda la vida... Y casi era así, porque me comentaron que hasta el jueves a última hora habían estado pegando mi nombre en los carenados y depósitos de las 3 Motos, las dos RSA de Alvaro y la de Mike. Ahí empecé a darme cuenta de dónde estaba... Porque luego también vi mi nombre en un camión".
Sin duda se trata de un gran oportunidad para disfrutar en directo de la vida en el paddock y en el box de un equipo del Mundial: "La actividad es frenética. Los mecánicos son capaces de montar y desmontar una moto en cuestión de minutos. En todo momento saben interpretar lo que hay que hacer".
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Fuente: Aspar Team