
Por Alfonso Somoza Google+
Hace unos días supimos que Jorge Lorenzo, viendo los buenos resultados que estaba consiguiendo Aleix Espargaró con la Yamaha Open del Forward Racing, le había pedido a su equipo la posibilidad de subirse a la moto de Aleix para poder comparar de primera mano su rendimiento frente a la M1 Factory que pilota habitualmente.
La respuesta del equipo oficial Yamaha fue
negativa, y el mallorquín se tuvo que quedar con las ganas de saber el comportamiento de una moto que cuenta con 4 litros extra de combustible (24 en total), una centralita Magneti Marelli con
software único y un neumático extra-blando exclusivo.
Tras darse a conocer la noticia, Yamaha no ha tenido más remedio que explicar las razones que les llevaron a vetar la prueba de Lorenzo, y ha sido el propio Lin Jarvis, team-manager del Yamaha Racing, quien ha hablado en declaraciones a MCN: "Muchos pilotos se han sorprendido del rendimiento de algunas motos open porque, desde su perspectiva, sólo tienen una única misión y es ganar. Pero los pilotos también miran en ocasiones a corto plazo y se fijan en los tiempos de hoy porque no pueden saber qué pasará en los próximos dos meses. Lógicamente ellos debatirán nuestra decisión y dirán ¿por qué no probamos nosotros ésto?".
"Su trabajo es presionarnos", añade Jarvis, "pero el trabajo de un ingeniero es pensar en una estrategia y entender qué problemas puede originar. Tener ese neumático tan blando es una ventaja grande, ¿pero podrán usarlo en carrera? Hay que tener en cuenta muchos factores que pueden influir en el resultado de una carrera y no fijarse únicamente en los tiempos de los test. Decidimos entrar como Factory y no vemos otra razón para cambiar de estrategia".
En definitiva, que desde Yamaha piensan que no vale la pena que Lorenzo pruebe una moto con la que no están dispuestos a correr, y cuyo rendimiento en carrera todavía no está garantizado que vaya a ser competitivo.
Fuente de la noticia: http://www.motorcyclenews.com/