
Nueve títulos mundiales bien valen una celebración por todo lo alto en la capital. Marc Márquez fue el protagonista absoluto este martes en un acto de su patrocinador, Estrella Galicia 0,0, un cara a cara con la prensa especializada en el que Marc ha hablado de su recuperación y de cómo afronta un 2026 que ya está a la vuelta de la esquina, una temporada en la que estará obligado a defender su corona.
La caída y lesión en Indonesia, que llegó justo después de sellar el título en Japón, fue, en sus palabras, "injusta". Sin embargo, el Márquez de 32 años es más pragmático que el de 20. "También ha llegado en el mejor momento de la temporada porque ya estaba todo decidido", reconoció.
Ese pragmatismo le lleva a tomar la decisión más difícil: no estará en los cruciales test de pretemporada en Valencia. ¿Una alarma para Ducati? Ninguna, según el campeón, que tiene meridianamente claras sus prioridades. "Los doctores me dicen que si respeto los tiempos no habrá secuelas y por eso no fuerzo la máquina", afirmó con contundencia. "Ser más o menos competitivo en 2026 lo va a marcar mi físico, no el test de Valencia o que haga alguna carrera más en 2025. Esa es mi prioridad este invierno".
Aunque él vaya a estar ausente en Cheste, e #93 tiene muy claro cuál debe ser el camino de desarrollo de la Desmosedici. Márquez confía plenamente en el criterio de su hermano Álex, subcampeón del mundo, y de Pecco Bagnaia, que serán los encargados de probar el nuevo material.
"En el equipo oficial podíamos disponer de todas las piezas de la 24 y la 25 y la mejor base es una 24 con mejoras de la 25", sentenció Marc, marcando la línea maestra a los ingenieros de Borgo Panigale. "En los test de Valencia se toman las direcciones de motor y aerodinámica y Ducati tiene dos pilotos adecuados para ello. [...] Yo me lo encontraré en el test de Sepang y a adaptarme a lo que me encuentre".
La preocupación inicial por el hombro derecho fue real. "Cuando me caigo, noto algo en el hombro derecho que no está bien y saltan las alarmas", confesó este martes. "Estaba tranquilo en Indonesia, pero la preocupación iba por dentro".
Pero la gran revelación, la que demuestra la pasta de la que está hecho el campeón, llegó al hablar de los rumores sobre el estado de su brazo derecho, el que sufrió el calvario en 2020. ¿Un tornillo doblado tras la última caída? Márquez lo confirmó con naturalidad: "Lo he escuchado. Evidentemente, cuando me caigo en Indonesia me hace una radiografía y se ve eso", admitió. "Llega Carlos García, mi fisio, y les dice: “De esto no os preocupéis”, porque he corrido así durante todo el año".
El piloto dio detalles de esa lesión oculta: "Me opero del hombro a finales de 2019, cuando me rompo el húmero esa operación se ve dañada y rompa una de los tornillos y doble el otro. Pero es una cosa con la que convivo. Solo los doctores y yo sabemos qué hay dentro de ese brazo. Pero trabajo para que en 2026 se hable de mis resultados".

Y es que este noveno título sabe diferente. Llega tras un lustro de infierno. "Es raro porque estamos aquí celebrando el Mundial y hablando a la vez de recuperación", reflexionó.
Puesto a elegir entre la gloria personal de su retorno al trono o el hito histórico de ver a su hermano Álex como subcampeón, Marc no lo duda. "Escoger entre una cosa y otra es complicado, pero elegirá lo de mi hermano, es algo que no ha pasado nunca en la historia del motociclismo".
Para Márquez, son dos explosiones de júbilo incomparables: "Motegi fue la explosión de tantos años de sufrimiento y la de Cervera será la explosión de todas las sensaciones acumuladas".
Este "nuevo Marc" también se refleja en su defensa a ultranza de Bezzecchi tras el incidente que provocó su lesión. "Porque tengo 32 años, mucha experiencia y he visto que son cosas que pasan en las carreras. Con 20 años lo hubiera visto diferente, pero no tiene sentido linchar a un piloto que comete un error porque al día siguiente lo puedes cometer tú".
También tuvo un mensaje de ánimo para su compañero de equipo, Pecco Bagnaia, sumido en una profunda crisis de resultados. "Me sabe mal ver a un compañero de equipo así. Ha vivido una montaña rusa total, que ni él mismo se lo explica. Lo mejor que le puede pasar es que llegue el invierno, haga un reset y vuelva al mejor nivel en 2026".
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El objetivo ahora es volver a subirse a la moto "bastante antes del test de Sepang", aunque sin confirmación "100%".

