Pedro Acosta ha vuelto a hacerlo. El Tiburón de Mazarrón sumó en Portugal su cuarto podio consecutivo, pero este tercer puesto tuvo un sabor diferente. Fue una carrera agónica, decidida en la última vuelta, donde amenazó seriamente el segundo puesto de un sólido Álex Márquez. El de Gresini aguantó el tipo, pero el de KTM se quedó a solo seis décimas de la plata en un final de infarto. La victoria, incontestable, fue para Marco Bezzecchi con la Aprilia.
La gesta de Acosta, sin embargo, tenía un arma secreta. El murciano, exultante en el parque cerrado, desveló la colaboración de lujo que tuvo la noche anterior. "Quiero darle las gracias a Dani Pedrosa. Ayer estuvimos hablando por Whatsapp y me estuvo ayudando para ver la carrera de otra manera", confesó. Un consejo del Pequeño Samurai que, sin duda, tuvo efecto en la segunda mitad de carrera.
Y es que la jornada no fue nada fácil. Acosta tuvo que remar a contracorriente desde la salida bajo el cielo despejado de Portimao. Su KTM sufrió una alarmante falta de tracción inicial, un lastre que le impidió seguir a los pilotos que tenía delante. "Empecé con muy poco grip comparado con Marco y con Álex, quizás ha sido lo que más me ha costado en la carrera", admitió Acosta ante los micrófonos de DAZN.
Esa dificultad inicial permitió que Bezzecchi y Márquez abrieran un hueco considerable. Acosta rodaba tercero, algo lejos y sin poder atacar. Aclaró que no fue por estrategia: "No he gestionado tanto como pensaba". Simplemente, la moto no daba para más en esos compases.
Pero a mitad de carrera, todo cambió. "Algo ha hecho un click y de repente he podido ir rápido otra vez", desveló el murciano. Ese click activó el modo ataque. Lo que parecía un podio tranquilo se convirtió en una cacería sobre la Ducati de Álex Márquez. El 37 empezó a recortar la desventaja de 2.7 segundos a un ritmo demoledor.
El de Cervera, que había realizado una carrera muy sólida tras adelantar a Acosta en la segunda vuelta, vio cómo el Tiburón se le echaba encima. En la última vuelta, la presión era máxima. Márquez tiró de experiencia, no cometió errores y defendió la trazada, asegurando un valioso doblete español en el cajón.
Pese al éxito, Acosta mantiene la ambición intacta. Sabe que el punto débil es claro y el trabajo en la fábrica de KTM es intenso. "Ya sabemos cuáles son nuestros puntos débiles", afirmó, señalando directamente a la puesta a punto inicial. El objetivo es ganar, y para eso no valen las remontadas épicas.
"Si queremos luchar por la victoria tiene que ser ya desde el principio de la carrera, no ir tanto remontando desde atrás para morir en la orilla", sentenció con mentalidad de campeón. "Estamos haciendo un buen trabajo... pero llevará tiempo".
Todo se decidirá en el Circuit Ricardo Tormo. Acosta, que suma cuatro podios seguidos, frena la euforia: "No hay que hacerse muchas expectativas. Creo que pequé mucho de eso a principio de año". Pero la ambición es inevitable. "Poco a poco estamos más cerca. Ojalá llegue mi primera victoria en Valencia".
Mientras los españoles luchaban por la plata, la cruz fue para Pecco Bagnaia. El italiano, que rodaba en una cómoda cuarta posición, se fue al suelo de forma incomprensible en el ecuador de la prueba. Un cero desastroso para el de Turín.
Leer también: Álex Márquez: "Aprilia está mucho más cerca de Ducati"
Este KO de Bagnaia, combinado con el podio de Acosta, aprieta al máximo la lucha por la cuarta plaza del Mundial. El italiano se queda cuarto con 257 puntos, pero el español, quinto, se sitúa a solo tres puntos de distancia. Todo se decidirá en la batalla final de Valencia.
