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Futbolista profesional pierde una pierna en accidente de moto: él mismo cuenta lo ocurrido

Publicado el 04/07/2025 en Otras noticias

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TCJavier Ortega
@todocircuitoweb

Hay historias que te encogen el corazón, que te recuerdan la fragilidad de la vida y la increíble fortaleza del espíritu humano. Y la de Stefan Mueller, futbolista profesional de 29 años, es una de ellas. Hace apenas unas semanas, su vida cambió para siempre en una sinuosa carretera de montaña. Un accidente de moto le arrebató su pierna izquierda, pero no su determinación. Ahora, desde la habitación de su casa y con una entereza admirable, ha decidido compartir su historia en un vídeo, no para buscar compasión, sino con la esperanza de que su experiencia pueda ayudar a otros que estén atravesando "algo impensable".

Stefan, un deportista de élite que ha desarrollado su carrera en la tercera división del fútbol estadounidense (USL League One), era un motorista relativamente nuevo. "Acababa de comprar mi primera moto hacía 6 o 7 meses, una Suzuki SV650, y me enamoré de la conducción al instante", relata. Era un sueño de infancia que su carrera como futbolista profesional siempre le había impedido cumplir. Hasta que, hace unos meses, se mudó a Charlotte y decidió que había llegado el momento.

El fin de semana del 'Memorial Day', Stefan decidió hacer algo especial: explorar por primera vez las carreteras de montaña del oeste de Carolina del Norte. "Solo yo, mi moto y la carretera", recuerda. Sin embargo, esa aventura en solitario tenía un riesgo añadido que él mismo reconoce: "No estaba familiarizado con la zona, no conocía las curvas, ni las pendientes, ni los cambios de rasante".

La tragedia se desencadenó en pleno descenso. "Había una larga sección cuesta abajo que desembocaba en una curva a izquierdas. No podía ver el punto de salida de la curva, no sabía lo cerrada que era, así que no sabía si iba a poder tomarla o no", explica Stefan. La incertidumbre le llevó al pánico. "Entré en pánico un poco al entrar en la curva y frené fuerte. La rueda trasera se bloqueó y la parte trasera de la moto empezó a deslizar". En un acto reflejo, soltó el freno trasero. La moto recuperó tracción de forma violenta y le escupió por orejas, lanzándole directamente contra un guardarraíl.

"Este era el único miedo que siempre me había dado mi moto. No tenía ABS, así que no había red de seguridad, ni perdón si entrabas en pánico, ni segundas oportunidades", confiesa, en una reflexión que pone de manifiesto la importancia de los sistemas de ayuda a la conducción.

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En el instante en que impactó contra el guardarraíl, supo que algo iba terriblemente mal. "En el momento en que golpeé el guardarraíl, supe que algo le pasaba a mi pierna. Cuando la moví, la sentí ligera". Su primer pensamiento fue de negación: "No, esto no puede estar pasándome a mí ahora mismo". Pero su instinto de supervivencia se activó de inmediato. Se arrastró de vuelta a la carretera y hizo señas al primer coche que vio.

"Hice contacto visual con el hombre que acabó parando y nunca podré agradecérselo como es debido", relata sobre el desconocido que le salvó la vida. "Estaba tranquilo, sereno y, por suerte, tomó todas las decisiones correctas, de lo contrario, puede que hoy no estuviera aquí". Aquel buen samaritano, tras ver la gravedad de la herida, le aplicó un torniquete para detener la hemorragia. "Me dijo: 'Esto va a doler'".

Durante todo este calvario, Stefan permaneció consciente. "Estaba tan lúcido como era posible estar. Fui capaz de recitar números de teléfono, mi nombre, de dónde soy... Lo recuerdo todo". Le dio a su salvador el número de su mujer, Erin, quien, tras varios intentos, respondió a la llamada. "Reuní toda la fuerza y la concentración que pude solo para mantener mi voz lo más tranquila posible, para intentar mantenerla a ella lo más tranquila posible", recuerda sobre aquella conversación.

Mientras esperaba a la ambulancia, se negó a mirar su pierna. "Estaba seguro al 95% de que ya no estaba, pero no quería ver la confirmación". Sin embargo, cometió el error de mirar al frente. "Y fue entonces cuando vi, a unos 3 o 4 metros de mí, una bota de moto con un par de centímetros de hueso asomando por la parte superior. Esa imagen quedará grabada en mi mente para siempre".

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El traslado en ambulancia y helicóptero fue una nebulosa de sensaciones. Recuerda el frío intenso, probablemente por la pérdida de sangre, y cómo le administraron fentanilo para el dolor y tres unidades de sangre. A su llegada al hospital, un equipo de médicos y enfermeras le rodeó. Su lucidez era tal que, cuando le tomaron la tensión, recuerda haberles dicho: "Mi tensión suele ser un poco alta las primeras veces, creo que me pongo nervioso en el médico", un comentario que ahora, visto con perspectiva, le resulta "bastante gracioso".

Los escáneres confirmaron lo que su instinto ya sabía, pero también revelaron un milagro. "Tenía cero lesiones. Cero traumatismos craneales, ni lesiones en el cuello, ni en la columna, ni daños internos, ni hemorragias internas, ni siquiera un moratón en el cuerpo". Un hecho que él atribuye, sin dudarlo, a haber llevado siempre el equipo de protección completo: casco, chaqueta, vaqueros, botas, guantes y un chaleco airbag que se activó en el accidente.

Los médicos le comunicaron que, debido a los daños y la suciedad en la herida, tendrían que amputarle la pierna por encima de la rodilla. "Dije: 'Vale, haced lo que tengáis que hacer'", aceptó con una entereza sobrecogedora. Tras la operación, sus primeras palabras al ver a su mujer fueron: "Lo siento". La respuesta de ella fue inmediata: "No lo sientas".

A pesar del trauma, un espíritu positivo emergió casi desde el principio. "En broma, le dije que debería haber ido a hacer bicicleta de montaña ese día", comenta, revelando la otra opción que barajó aquella mañana.

Ahora, Stefan se enfrenta a un largo viaje de recuperación física, mental y emocional. Pero su mensaje final es una poderosa lección de resiliencia y fortaleza. "Esa es mi historia. Así es como perdí mi pierna, pero no perdí mi vida. Y, desde luego, no he perdido mi propósito (...) Si estás pasando por algo en este momento, cualquier cosa, deja que esto sea un recordatorio de que eres mucho más fuerte de lo que crees. Y esto es solo el principio".

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Aquí puedes ver el testimonio completo de Stefan Mueller. Recuerda que puedes activar los subtítulos si te cuesta el inglés:

Tags: Stefan Mueller, Accidente, Pierna, Amputacion.


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Aficionado 04 de Julio de 2025 a las 17:03

Ojalá se recupere y pueda llevar una vida normal, seguro que va a poder. Este es un caso más de ¿ignorancia? ¿irresponsabilidad? no lo sé, pero esto está muy claro, dice: "No estaba familiarizado con la zona, no conocía las curvas, ni las pendientes, ni los cambios de rasante. Había una larga sección cuesta abajo que desembocaba en una curva a izquierdas. No podía ver el punto de salida de la curva, no sabía lo cerrada que era, así que no sabía si iba a poder tomarla o no". Por favor, si no conoces la carretera, simplemente, ve más despacio a una velocidad a la que puedas detenerte. Eso es de primero de conducción, ya sea moto, coche, bici o camión.

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