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En el complejo y a menudo despiadado universo de MotoGP, donde los resultados del domingo parecen ser el único barómetro válido, la figura del director de equipo se erige como un estratega, un psicólogo y, en ocasiones, un escudo. Y en el arte de gestionar la presión, pocos tienen la maestría de Gigi Dall'Igna.
Tras un Gran Premio de los Países Bajos que podría interpretarse como otro capítulo del aplastante dominio de Marc Márquez, el Director General de Ducati Corse ha salido a la palestra no tanto para celebrar al ganador, sino para defender, analizar y lanzar un mensaje de confianza rotundo hacia el otro lado de su box, el de un Pecco Bagnaia que sigue inmerso en su particular travesía por el desierto.
La lectura superficial del fin de semana de Assen podría ser simple: Márquez gana de nuevo, ampliando su ventaja en el campeonato ahora que su hermano Álex está lesionado, mientras Bagnaia termina tercero, de nuevo lejos de la victoria. Sin embargo, en su habitual y siempre lúcido análisis post-carrera para Sky Sport Italia, Dall'Igna ha desgranado una serie de matices que pintan un cuadro muy diferente, uno en el que, a pesar de las dificultades, asoma un optimismo fundado y una defensa cerrada de su tricampeón del mundo.
Lejos de mostrar preocupación, las primeras palabras del ingeniero italiano sobre su piloto número uno fueron de satisfacción. Para Dall'Igna, el resultado final no refleja la verdadera progresión experimentada durante el fin de semana. "Debo decir que honestamente estoy contento del fin de semana de Pecco. Lo ha afrontado seguramente de forma mucho más positiva respecto a los otros fines de semana", afirmó, poniendo el foco en la actitud y el enfoque del piloto, un primer paso indispensable para salir de cualquier crisis.
Para el máximo responsable de Ducati Corse, las señales de que Bagnaia está en el camino de vuelta son inequívocas y se vieron en la pista. No se trata de una percepción subjetiva, sino de hechos contrastables. "Debo decir que hoy, en mi opinión, ha hecho una carrera bellísima, ha sido rápido, ha hecho la vuelta rápida en carrera, estaba recuperando, ha hecho adelantamientos... Por lo que creo que estamos en el camino correcto para ver al verdadero Pecco", sentenció. Este último detalle, el de la vuelta rápida, no es menor, y Dall'Igna volvería sobre él más adelante como argumento de peso.
El paddock es un hervidero de análisis y comparaciones, y la situación actual en Ducati genera un debate constante. ¿Cómo es posible que con la misma moto, la Desmosedici GP25, Marc Márquez gane y domine en todos los circuitos mientras Pecco Bagnaia arrastra los mismos problemas desde inicio de temporada? Dall'Igna abordó esta dicotomía de frente, desterrando cualquier teoría sobre verdades ocultas y apuntando a la pura lógica de la competición.
"Como siempre, la persona que gana está contenta y como solo gana uno, los otros 20 evidentemente están menos contentos", comenzó, para luego lanzar una pregunta retórica que desarmaba la premisa del periodista: "¿Quién ha hecho la vuelta rápida en carrera?". Con esta pregunta, Dall'Igna no solo defendía el rendimiento puro de su piloto, sino que ponía de manifiesto que la velocidad está ahí, intacta. "Repito, la vuelta rápida en carrera no la ha hecho por casualidad", insistió, dejando claro que el potencial de Bagnaia sigue siendo el de un campeón, aunque las circunstancias no le permitan plasmarlo en una victoria.
El propio Pecco había puesto sobre la mesa un dato intrigante: los tiempos totales de carrera de este año, en condiciones similares, son más lentos que los de la temporada pasada con la GP24. Dall'Igna ofreció una explicación técnica a este fenómeno, achacándolo al estado de la pista. "Hemos visto que hay un degradado del asfalto bastante importante aquí en Assen y yo honestamente le echo la culpa a eso", explicó, poniendo como ejemplo la categoría de MotoE, donde con una moto casi 10 kilos más ligera, los tiempos también fueron más lentos que el año anterior.
Uno de los momentos críticos de la carrera de Bagnaia fue cuando, tras ser adelantado por Marco Bezzecchi y Pedro Acosta en las vueltas 8 y 9, su ritmo pareció decaer momentáneamente, lo que algunos interpretaron como un posible contragolpe psicológico. Dall'Igna, sin embargo, ofreció una lectura completamente diferente, basada en la estrategia y la gestión de la carrera.
"Como siempre, hay que trabajar en todo, y también en eso [el aspecto psicológico]", admitió. "Pero debo decir que esta es una pista en la que hay que administrar bastante los recursos que la moto tiene a disposición para llegar al final de la carrera. Sobre todo con la goma trasera, este trazado es muy particular", detalló, recordando los pequeños problemas de 'blistering' que ya sufrieron el año anterior. "Creo que Pecco ha querido gestionar en la fase central de la carrera", concluyó, defendiendo la decisión de su piloto como una muestra de inteligencia y visión a largo plazo, y no de debilidad mental.
Por supuesto, el análisis no podía obviar la figura de un Marc Márquez que sigue rompiendo barreras, ganando en circuitos como Assen o Mugello, donde llevaba años sin hacerlo. ¿Es una evolución buscada por Ducati para hacerlo competitivo en todos los escenarios? "Nuestro objetivo es el de buscar siempre que los pilotos se sientan a gusto en todas las pistas y en todas las condiciones", afirmó Dall'Igna, destacando el profundo conocimiento que tiene la fábrica en este sentido.
Sin embargo, en un gesto que define su liderazgo, no se atribuyó todo el mérito, sino que reconoció el extraordinario trabajo del propio piloto. "Luego, sinceramente, Marc está poniendo mucho de su parte para conseguir mejorar". Una simbiosis perfecta entre el talento de un piloto excepcional y la capacidad de una fábrica para darle las herramientas que necesita.
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Y aunque la ventaja de Márquez en el campeonato es ahora considerable, especialmente tras la lesión de su hermano Álex, Dall'Igna huye de cualquier triunfalismo. "Recuerdo la carrera de la semana pasada en Mugello, donde honestamente las primeras 7 u 8 vueltas no fueron tan tranquilas, arriesgué el infarto en más de una vuelta", bromeó. "El mundial es todavía largo y hay tanto trabajo por hacer antes de alzar la copa al cielo".
