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Pecco Bagnaia llegó a Assen con las ganas intactas de borrar la decepción de Mugello, pero el guion fue sospechosamente parecido. Otra vez en cabeza al principio, otra vez el bajón de ritmo a mitad de carrera y, otra vez, el podio como consuelo. Tercero, sí, pero con la sensación de que algo sigue sin cuadrar del todo.
“No puedo parar la moto como y donde quiero”, explicó tras la carrera, visiblemente frustrado con el comportamiento de su GP25 en el trazado neerlandés. El circuito de Assen, donde ha saboreado victorias y hasta lleva tatuado en el brazo, no fue esta vez el escenario soñado. A pesar de sentirse competitivo durante el fin de semana, el piloto de Ducati volvió a verse superado por su compañero de equipo: “Por primera vez esta temporada tuve la sensación de tener el mejor ritmo durante el fin de semana, pero acabé en la misma posición de siempre”.
Bagnaia tuvo una buena arrancada, colocándose al frente, pero conforme avanzaban las vueltas fue perdiendo terreno. Primero cayó ante Bezzecchi, luego Acosta se le coló, aunque logró devolverle la jugada al murciano para asegurar el tercer escalón del podio. “Pedro estaba bajando el ritmo y yo me sentía un poco mejor en ese momento”, reconoció. Pero admitió también las dificultades al seguir a otro piloto: “Cuando me acerco, noto movimientos en la parte delantera, bloqueos de rueda, subviraje… no es fácil cerrar la diferencia”.
Una parte importante del problema, según el propio Bagnaia, viene del cambio de moto. El paso de la GP24 a la GP25 no ha sido tan fluido como esperaba. Mientras su compañero de equipo, Marc Márquez, no tiene las vicios de la GP24 -español corrió el año pasado con una GP23-, Pecco lucha por adaptarse: “Marc está haciendo un trabajo fantástico sobre su moto, y yo estoy luchando por encontrar mi equilibrio conociendo bien cómo se comportaba la del año pasado”.
Preguntado directamente si el hecho de que Márquez no haya pasado por la GP24 le da ventaja, su respuesta fue clara: “Sí”. Aun así, no lanza la toalla y asegura que se están acercando: “No estamos lejos y nos estamos acercando. Aunque ahora vienen circuitos donde Marc es muy fuerte, como Sachsenring, veremos qué pasa”.
Lo que sí dejó claro Bagnaia es que el enfoque debe cambiar: “Es difícil cambiar el ADN de una moto, por eso estoy intentando cambiar mi enfoque y no tanto la moto. Si se cambia mucho, es fácil cometer errores. Es más sencillo acostumbrarse al medio que estás pilotando, aunque no lo sea para mí”.
Pecco también apuntó que ha recuperado sensaciones que había perdido en citas anteriores: “Desde Aragón he vuelto al rendimiento que tenía al principio del año. Perdí mucha confianza en Le Mans y Silverstone sin saber qué estaba pasando. Este fin de semana ha sido el mejor de la temporada”.
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Pero tras diez Grandes Premios, el discurso se repite: mejoría a cuentagotas, sensaciones mixtas y un rendimiento que sigue sin estar a la altura de sus propias expectativas. “Estamos mejorando vuelta tras vuelta , pero después de diez carreras seguimos aquí”, lamentó.