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El Gran Premio de Italia ha dejado mucho más que un triplete de Ducati en la pista. Ha dejado una imagen para la historia: la de Davide Tardozzi, jefe del equipo oficial, defendiendo a su piloto Marc Márquez de los pitos de su propia afición. Ahora, un día después de ese gesto de rabia y lealtad, Tardozzi ha ido un paso más allá, lanzando un poderoso llamamiento a la paz y pidiendo públicamente a los dos protagonistas de la mayor rivalidad del motociclismo moderno, Marc Márquez y Valentino Rossi, que "se den la mano" y pasen página.
En una entrevista con Sky Sports Italia, el veterano director de equipo de Ducati ha calificado los abucheos a Márquez durante el podio del sábado como un "comportamiento antideportivo" que "ya no está justificado cuando se relaciona con eventos de hace 10 años". Con sus palabras, Tardozzi no solo ha censurado la actitud de una parte de los 'tifosi', sino que ha instado a cerrar de una vez por todas una herida que sigue abierta en el motociclismo.
"Ha llegado el momento de pasar página y mirar hacia adelante, especialmente para Marc y Valentino, y de enviar mensajes positivos", declaró Tardozzi. Su mensaje también se dirigió a los aficionados que aún muestran hostilidad hacia el piloto español: "Si no te gusta Marc, simplemente no aplaudas, pero en mi opinión, los silbidos son absolutamente antideportivos". Unas palabras con las que agradeció, a su vez, a quienes sí animaron al tercer clasificado, Pecco Bagnaia.
La animadversión de un sector del público italiano hacia Márquez se remonta a la infame temporada 2015, cuando Valentino Rossi acusó al español de sabotear sus esperanzas de conseguir su décimo título mundial. Desde entonces, la relación entre ambos ha sido gélida, con momentos tan icónicos como la negativa pública de Rossi a estrechar la mano de Márquez en una rueda de prensa en 2018.
Tardozzi, en un gesto de notable valentía dialéctica tratándose de una figura italiana de su peso, se atrevió incluso a valorar aquel polémico final de campeonato. "No quiero volver al incidente de hace 10 años, de quién fue la culpa: para mí, es 50/50", sentenció, repartiendo responsabilidades en un conflicto que ha dividido a la afición durante una década.
Pero su principal anhelo es la reconciliación. La súplica del jefe de Ducati es clara y directa, un mensaje para dos de los más grandes de la historia. "Pero después de todo este tiempo, dos supercampeones como Vale y Marc deberían mirar hacia adelante y me gustaría que se dieran la mano, ya que el pasado no se puede cambiar". Un deseo que trasciende lo deportivo y busca sanar una de las fracturas más profundas del motociclismo.
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Las acciones de Tardozzi durante todo el fin de semana, primero con su defensa a pie de pista y ahora con estas declaraciones, se enmarcan en una clara estrategia de Ducati para proteger a su nueva estrella y unificar a su base de aficionados. No es la primera vez que ocurre; ya la temporada pasada, el propio Pecco Bagnaia recriminó con un gesto a los aficionados que pitaban a Márquez en Misano. Ducati cierra filas en torno a su piloto.