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En una tranquila localidad del norte de Inglaterra, concretamente en Barrow-in-Furness, se encuentra un peculiar proyecto motociclista que mezcla herencia británica con corazón italiano. Se trata de Norcati, una iniciativa artesanal que combina bastidores de inspiración Norton con motores Ducati y que, tras un revés en la salud de sus responsables, ha salido a la venta completa por 50.000 libras esterlinas (unos 58.000 euros).
El producto estrella de esta pequeña factoría es la Norcati Mk2, una café racer construida sobre un motor Ducati de 1.100 cc con menos de 2.000 kilómetros. La inyección electrónica original ha sido sustituida por carburadores de compuerta plana para darle un toque más purista y facilitar su mantenimiento. Según sus creadores, “el motor fue adelantado en el bastidor, lo que mejoró tanto la estética como la manejabilidad”, y se empleó un útil propio para construir los bastidores tipo Manx Norton.
La atención al detalle es evidente: el depósito de aceite es en realidad una unidad ficticia que alberga la batería de litio, el solenoide de arranque y un pequeño interruptor de aislamiento, todo accesible a través de un tapón Monza. Un truco de diseño que aúna funcionalidad y estilo retro.
Además de la moto terminada, el comprador se lleva un lote que incluye tres proyectos más en distintos niveles de desarrollo. El primero es una streetfighter basada en una Ducati 750SS, al 50% de su construcción, con un motor de menos de 3.500 kilómetros y un chasis ya montado. Tiene suspensión instalada, depósito de aluminio de 13 litros, llantas de aleación anodizadas y sistema de frenado de doble disco delantero. También cuenta con instrumentación nueva y escape elevado.
El tercer proyecto gira en torno a una Ducati 900SS, cuyo motor también tiene menos de 4.000 kilómetros. Este kit viene con chasis premontado, basculante nuevo, asiento estilo café racer, tanque falso para batería, carenado superior y carburadores listos para montar.
La última propuesta es un kit basado en un motor Ducati de 648 cc con apenas 2.000 kilómetros, listo para convertirse en una streetfighter. Incluye bastidor preparado, suspensión, asiento, depósito funcional y carenado.
Junto a las motos y proyectos, el paquete completo incluye herramientas profesionales como dobladoras de tubos, equipos de soldadura, útiles de montaje de bastidores, elevadores, camisetas de marca y hasta un portátil. También se transfiere el nombre comercial “Norcati” con registro en Reino Unido, un detalle relevante para quien quiera mantener la marca en activo o desarrollarla comercialmente.
“El proyecto sería una excelente oportunidad de fabricación para un emprendedor individual o para ampliar un negocio existente”, afirman los actuales propietarios en el anuncio. “Con la venta de las dos primeras motos recuperarías la inversión inicial y, a partir de ahí, todo sería ganancia”.
El origen de Norcati se remonta a hace más de una década, cuando un primer prototipo Mk1 equipado con un motor Ducati 900SS se vendió por 25.000 libras. Desde entonces, el proyecto evolucionó hasta la Mk2 actual, más refinada y pensada para convertirse en modelo de referencia.
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A pesar del modesto tamaño de esta empresa, la ambición de sus fundadores fue clara desde el principio: mezclar la estética clásica del motociclismo británico con la fiabilidad y el carácter mecánico de los motores italianos. El resultado es un híbrido que podría ganarse un hueco entre los coleccionistas más exigentes o incluso servir de base para una pequeña línea de producción de nicho.
