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Dave Madsen-Mygdal no es exactamente el perfil de piloto que uno espera ver en la parrilla del TT de la Isla de Man. Bueno, al menos no si miramos el DNI: 69 años, abuelo, y recientemente recuperado de un derrame cerebral. Pero si algo ha demostrado este veterano del asfalto es que la lógica y el sentido común no son los ingredientes principales de su receta para la vida.
Este británico nacido en Oxfordshire y afincado desde hace años en Douglas, la capital de la Isla de Man, tiene más historia que muchos libros de motociclismo juntos. Desde que se lanzó por primera vez por Bray Hill allá por 1981, ha tomado la salida en 151 carreras del TT, finalizando 130 de ellas, récord absoluto en el evento más extremo (y peligroso) del planeta. Y sí, su intención es sumar una más… con 70 tacos.
Sin embargo, el plan se ha visto obligado a hacer un pit stop forzoso. El pasado 11 de febrero, Madsen-Mygdal sufrió un ictus isquémico que, por razones obvias, hizo que su licencia de competición quedara en pausa hasta 2026 por decisión médica. Adiós a sus planes para participar este año en el North West 200, el TT y el Manx GP. Pero el británico no se ha dado por vencido.
“Me desperté a las ocho de la mañana y no podía hablar”, cuenta Dave a Motorcyclenews.com, con ese tono que mezcla resignación, humor negro y tenacidad a partes iguales. “Podía decir sí o no, y podía soltar tacos, pero no paraba de reír. Todos me preguntaban por qué me reía, pero era frustración. Así estuve dos días, y luego ya podía hablar, y pensar con claridad”.
En lugar de quedarse en casa viendo reposiciones de carreras antiguas, el piloto decidió hacer lo que mejor sabe: subirse a una moto. Solo ocho semanas después del derrame, el pasado 10 de abril, se encontraba rodando con una de sus motos clásicas en el circuito de Castle Combe. “Hice 12 vueltas y terminé reventado”, confesó sin filtros. Desde entonces, ha adoptado una rutina de entrenamiento con gimnasio dos veces por semana y bicicleta incluida. “Hoy mismo he subido en bici hasta el paddock. Estoy poniéndome en forma cada día”.
La recuperación va viento en popa, aunque con ciertas advertencias médicas. “En el hospital escribieron en mis notas que ‘me esfuerzo demasiado’ y que tengo que ir más despacio. Así que mi mujer tiene que venir al gimnasio para frenarme. Pero yo voy a seguir”.
Pese a estar apartado de la competición por ahora, Madsen-Mygdal no ha abandonado los circuitos. Se le puede ver en los boxes ayudando a otros pilotos, aportando su experiencia y esa tranquilidad que solo dan los años… y los más de cien pasos por la línea de meta en el TT. “Solo me he perdido los años del Covid y el brote de fiebre aftosa en 2001. Son muchos años, y sí, se siente raro no estar en pista”.
Su plan, eso sí, está claro: volver en 2026. “Cumplo 70 el año que viene, así que, en realidad, ya pensaba dejarlo. Pero prefiero ser yo quien diga ‘ya está bien’. Si paso el reconocimiento médico, que creo que no será un problema, correré el año que viene y entonces me retiro”.
Para que eso ocurra, necesita pasar varias pruebas, entre ellas un electrocardiograma de esfuerzo: “Estoy bastante seguro de que puedo pasarlo. Es en cinta y mi presión arterial está bien. También necesito una resonancia que demuestre que no hay riesgo de otro ictus. Eso tocará esperar”.
La historia de Dave no es nueva, pero no deja de ser impresionante. Ya en 2013 fue noticia por convertirse en el primer piloto en completar 100 carreras del TT. Su carrera comenzó en los años 80, siguiendo los pasos de su padre Dick, que ya corría en los años 50. Desde entonces, ha sido el ejemplo del espíritu del piloto privado, ese que corre más por pasión que por contratos millonarios.
Para quienes quieran conocer más de cerca la historia de este auténtico guerrero de las carreteras manesas, existe un documental que lo retrata como lo que es: una rara avis de la velocidad, alguien más rápido que la lógica y más terco que el miedo. El título no puede ser más acertado: "Faster than life", "Más rápido que la vida".
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Puedes ver el tráiler a continuación:
