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No todos los días una princesa europea aparece en los titulares por estrellarse contra un muro con su Harley-Davidson y vivir para contarlo. Pero eso es exactamente lo que ha hecho María Carolina de Borbón-Dos Sicilias, una joven aristócrata italiana de 21 años, hija mayor de Carlos de Borbón-Dos Sicilias y de su esposa Camila Crociani. Aficionada declarada a las motos, los coches deportivos y la Fórmula 1, la princesa no es precisamente de las que se quedan en casa tomando el té.
La noticia ha salido directamente de su perfil de Instagram, donde la siguen más de 170.000 personas. Allí ha compartido su experiencia tras un accidente que la llevó directamente a la UCI y la dejó en coma. “Tuve muchísima suerte de sobrevivir. Me estrellé de cabeza contra un muro mientras montaba en moto y acabé en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos. Sobrevivir fue poco menos que un milagro”, escribió en un mensaje dirigido a sus seguidores.
La escena no tiene nada de cuento de hadas. Según ha relatado, la colisión fue frontal y de gran impacto. Aunque no han trascendido detalles específicos del lugar del accidente, sí se sabe que llevaba casco homologado, algo obligatorio en Italia y, según sus propias palabras, crucial para su supervivencia.
“Quiero compartir mi experiencia porque ahora, más que nunca, me doy cuenta de que las motocicletas son poderosas y emocionantes, pero también implacables”, explicó en su publicación. “Por favor, conducid con cuidado. Usad protección completa, especialmente un casco adecuado. El mío me salvó la vida.”
La princesa también aprovechó para mostrar su gratitud a quienes la ayudaron en los peores momentos. “Mi más profundo agradecimiento al equipo del Centre Hospitalier Princesse Grace por su atención experta durante esos días críticos, y al equipo médico de emergencia y los primeros intervinientes que llegaron al lugar del accidente. Sus acciones rápidas y decisivas marcaron la diferencia”, concluyó.
Pese a su linaje, María Carolina demuestra que, en el mundo de las dos ruedas, no hay títulos nobiliarios que valgan cuando las cosas se tuercen. Un error, un despiste o una mala jugada del destino pueden costarte caro, da igual si eres princesa o mecánico.
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En sus redes sociales, la joven comparte habitualmente imágenes sobre su pasión por los vehículos y motos de gama alta. No es raro verla posando junto a su Harley, pilotando motos de agua con formas de superdeportivos o siguiendo de cerca el circo de la Fórmula 1. Todo apunta a que el rugido de un motor la emociona más que cualquier banquete real.