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Un relevo histórico se prepara en la cúpula de la Asociación Internacional de Equipos de Competición en Carretera (IRTA), la influyente organización que representa los intereses de las escuderías en el Mundial de MotoGP. Hervé Poncharal, el carismático propietario del equipo Tech3 y presidente de IRTA durante las últimas dos décadas, ha decidido dar un paso al lado.
Todo apunta a que el italiano Lucio Cecchinello, director del equipo LCR Honda, será su sucesor, una designación que podría oficializarse en la asamblea general de la asociación el próximo 21 de mayo en Silverstone. A sus 68 años, Poncharal considera que es el momento idóneo para el cambio, especialmente ante la nueva era que afronta MotoGP con la llegada de Liberty Media como nuevo propietario, y los importantes cambios reglamentarios y técnicos previstos para los próximos años.
"Veinte años son un periodo larguísimo. Las estructuras democráticas necesitan recambio", ha declarado el francés al medio Speedweek.com, una auténtica institución en el paddock. Su decisión, subraya, no se debe a ninguna crisis interna ni a desacuerdos sobre el futuro, sino al simple convencimiento de que se necesita "un digno heredero" para afrontar los nuevos desafíos.
El propio Poncharal ha señalado a Lucio Cecchinello como el candidato ideal para tomar las riendas de IRTA, destacando la "continuidad" que representa y su profundo conocimiento del campeonato. "La historia de Lucio es paralela a la mía: empezó desde abajo, conoce cada engranaje de este mundo", afirmó Poncharal sobre el italiano, quien fue piloto mundialista (con 157 Grandes Premios disputados) antes de fundar y dirigir con éxito su propia estructura, el LCR Honda.
Según se ha informado, Cecchinello, inicialmente "titubeante" ante la propuesta, habría aceptado el reto tras una conversación a tres con el propio Poncharal y Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna.
IRTA, fundada en los años 80 para velar por los intereses de equipos y pilotos (especialmente en materia de seguridad y condiciones contractuales, en una época de frecuentes huelgas de pilotos), se ha convertido en una pieza fundamental del engranaje de MotoGP, formando junto a Dorna y la FIM el triángulo mágico que gobierna el campeonato.
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El nuevo presidente tendrá ante sí retos de gran calado. Entre ellos, mantener el papel de IRTA como bisagra fundamental entre los equipos y la nueva propiedad del campeonato, Liberty Media. Además, deberá liderar las complejas negociaciones para el próximo acuerdo quinquenal que regula, entre otros aspectos cruciales, el reparto de los derechos televisivos para las escuderías independientes. La seguridad en los circuitos, un área donde IRTA ha sido históricamente muy activa, seguirá siendo una prioridad.
