![]() @todocircuitoweb |
En Honda han decidido que su pequeña gran moto, la CB125F, merecía una puesta a punto en toda regla. Y no hablamos de un simple lavado de cara o un cambio de adhesivos, sino de una revisión profunda que convierte a esta utilitaria en una moto aún más atractiva, eficiente y moderna. Todo, sin renunciar a su ADN de compañera fiel para quienes quieren moverse por la ciudad con estilo y sin complicarse la vida... ni el bolsillo.
La CB125F se ha convertido en una veterana muy querida desde su llegada a Europa en 2015. Y con más de 82.000 unidades vendidas, se ha ganado a pulso su fama de "navaja suiza" para quienes conducen con carnet de coche y buscan algo más que un scooter, pero sin saltar al mundo de las motos grandes.
Ahora, de cara a 2026, la CB125F se reinventa con una receta que mezcla estética de moto grande, tecnología de última generación y un corazón más eficiente que nunca. Sí, Honda ha tirado la casa por la ventana… pero sin que lo notes en la factura.
La gran novedad está bajo el depósito. El motor enhanced Smart Power (eSP) sigue siendo un monocilíndrico de 125 cc, pero ahora llega con mejoras clave. Gracias a un nuevo sensor de oxígeno y una ECU revisada, no solo cumple de sobra con la exigente normativa Euro5+, sino que además presume de unos consumos ridículos: 1,4 litros a los 100 km. ¿Traducción? Más de 700 kilómetros de autonomía con un depósito de 11 litros.
Pero lo más llamativo es que esta será la primera moto de cambio convencional de Honda que incorpora la tecnología Idling Stop. Hasta ahora, solo los scooters como la Vision 110 o la PCX125, o la mastodóntica Gold Wing con DCT, llevaban este sistema que apaga el motor al detenerse y lo vuelve a arrancar cuando sueltas el embrague.
A simple vista, cuesta creer que estamos ante una 125. El rediseño le da a la CB125F un aspecto mucho más robusto y moderno. El depósito de gasolina es ahora más ancho y musculoso, claramente inspirado en modelos mayores de la familia CB. El carenado delantero ha sido revisado y lleva una nueva visera compacta y oscura, mientras que el colín trasero ha ganado volumen para remarcar ese aire de “moto seria”.
Y por supuesto, no podían faltar los toques tecnológicos también en lo visual: las nuevas luces LED, tanto delante como detrás, estrenan una firma lumínica vertical que promete no pasar desapercibida ni de día ni de noche.
Si el exterior ha subido de nivel, el interior no se queda atrás. Por primera vez en la CB125F, el cuadro de instrumentos es una pantalla TFT a color de 4,2 pulgadas. Una evolución muy agradecida frente al display más básico de generaciones anteriores.
Además, la nueva CB125F se sube al carro de la conectividad con el sistema Honda RoadSync, lo que permite emparejar el móvil para recibir llamadas o escuchar música mientras conduces. Y como detalle práctico, también han añadido una toma USB-C junto al manillar para mantener el smartphone con batería sin necesidad de inventos.
Leer también: Pequeña pero matona: existe una versión HRC Cup de la simpática Honda Grom
Honda ha confirmado que esta nueva CB125F llegará a los concesionarios en agosto de 2025, con tres colores a elegir: Rojo Imperial Metalizado, Azul Marvel Mate Metalizado y, como novedad, el Gris Axis Mate Metalizado. ¿Y el precio? Todavía no se ha anunciado oficialmente, pero todo apunta a que no se alejará demasiado de los 2.980 euros que costaba el modelo anterior.