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John McGuinness, el mítico piloto del Tourist Trophy de la Isla de Man, no necesita presentación. Con 23 victorias a sus espaldas, su nombre está grabado en letras mayúsculas en la historia del motociclismo. Pero el tiempo pasa para todos, incluso para las leyendas. A punto de cumplir 53 años, el británico sigue al pie del cañón y se prepara para afrontar una nueva temporada en 2025 junto al equipo oficial de Honda en las principales road races. Eso sí, con los pies en el suelo y sin prometer milagros.
“Solía poder sacar conejos de la chistera de vez en cuando, pero ya no puedo”, reconoció McGuinness durante su participación en el pódcast Full Chat, emitido en YouTube. Una frase que resume el momento actual del piloto: menos magia, más veteranía.
El inglés no gana en el TT desde hace diez años, pero sigue siendo un hueso duro de roer. El año pasado terminó quinto en la prestigiosa Senior TT, demostrando que aún tiene cuerda. “En este momento todavía soy competitivo, más o menos”, explicó. “Probablemente haya cuatro pilotos que ya están fuera de mi alcance”.
Pese a ello, McGuinness no pierde el orgullo de seguir defendiendo los colores de Honda. “Nada me da más orgullo que ponerme la camisa del equipo oficial Honda y ser el piloto número uno de la marca”, dijo. Palabras que dejan clara su implicación y su conexión con la fábrica del ala dorada.
McGuinness también habló con honestidad sobre el paso del tiempo. “Estoy a punto de cumplir 53, que es una edad bastante avanzada para un piloto de motos. Pero sigo aguantando el tipo”, afirmó. Sin rodeos, sin falsas promesas, pero con la seguridad de alguien que sabe lo que es medirse en uno de los circuitos más peligrosos del mundo.
A pesar de la creciente diferencia con los más jóvenes, McGuinness asegura que sigue disfrutando como el primer día: “En un día bonito, cuando brilla el sol, la moto funciona bien, los slicks van perfectos, clavas todas las trazadas... es la mejor sensación del mundo. Como cualquier persona buena en su deporte, es algo insuperable”.
Y aunque su ritmo no sea el de antes, no hay señales de retirada inmediata. De hecho, el propio piloto tiene claro que la decisión llegará de forma natural. “Lo bueno es que no me preocupa si acabo quinto o sexto. Todavía compito, todavía lo disfruto”, comentó. “La caja registradora sigue sonando, seguimos ganando algo de dinero, el ego sigue activo”.
Además, McGuinness admite que su futuro está bastante bien encauzado: “Curiosamente, se me están abriendo muchas puertas para hacer cosas como embajador una vez cuelgue el mono”.
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Y por ahora, nadie de su entorno le está empujando a parar: “Lo bueno también es que todos los que me rodean están conmigo. Nadie me dice ‘ya es hora de dejarlo, John’. Yo sabré cuándo es el momento de parar”.
