Imagen: Young Machine
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Honda está lista para poner patas arriba el segmento de las deportivas con un movimiento que pocos esperaban: una nueva moto equipada con un motor V3 de cuatro tiempos, que llegará en dos versiones distintas. Una con aspiración natural. La otra, con un sistema de sobrealimentación eléctrica bautizado como “E-Compresor”. Y todo esto no es un ejercicio de diseño futurista: ya hay nombres registrados y prototipos rodando.
Desde su aparición en el EICMA de Milán en 2024, el prototipo con motor V3 y turbo eléctrico generó tanto revuelo como teorías. Por un lado, revivía un formato de motor que Honda ya había explorado en sus tiempos de gloria con dos tiempos. Por otro, introducía el E-Compresor, un compresor eléctrico que parecía sacado de un laboratorio más que de un box.
Durante los últimos meses, la cosa no ha hecho más que calentarse. El 28 de enero, en una rueda de prensa sobre el futuro del negocio de motos de Honda, Minoru Kato —jefazo de la división de motos y productos de potencia— soltó varias perlitas. Sobre el proyecto, dijo: “Lo consideramos un nuevo desafío dentro del ámbito de los motores de combustión interna, con el que buscamos ofrecer una experiencia de conducción más intensa, además de cumplir con elevados estándares de eficiencia y emisiones”.
Pero eso no fue todo. Al ser preguntado directamente sobre el estado del desarrollo del modelo turbo, Kato añadió entre risas: “La semana pasada lo probé en Kumamoto. Funciona muy bien. Esperamos mucho de él. No puedo hablar aún de la cilindrada, pero es un motor compacto, con carrocería ligera y una entrega de potencia contundente gracias a la sobrealimentación controlada electrónicamente”.
Y ahora, tal y como adelanta la revista Young Machine, con el registro de dos nuevos nombres comerciales en Estados Unidos —“V3R” y “V3R E-COMPRESSOR”— se ha despejado gran parte del misterio: habrá dos versiones del mismo concepto
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La primera, V3R, con aspiración natural, pensada para quienes prefieren una deportiva ligera, sin complicaciones y con ese pulso único de un tres cilindros. Y luego, la variante V3R E-COMPRESSOR, con turbo eléctrico, diseñada para quienes buscan una deportiva de media cilindrada que se comporte como una mil, sin perder agilidad.
Aunque Honda no ha soltado aún la cifra mágica de la cilindrada, todo apunta a que estará entre los 750 y los 850 cc. Una decisión que encajaría con los futuros cambios en el reglamento de MotoGP para 2027, aunque por ahora no hay confirmación oficial.
La versión atmosférica promete una moto especialmente ligera y compacta, ideal para aquellos que disfrutan de una moto purista, sin sobrealimentación ni baterías extra. Por su parte, la versión turbo tendrá que cargar con un poco más de peso, debido al sistema de sobrealimentación y a la batería dedicada (que no es de 12V convencional), pero incluso así se espera que esté por debajo del peso de muchas rivales de su categoría.
Todo esto ha encendido la imaginación del público. ¿Será una deportiva radical? ¿Un modelo al estilo sport-touring como la VFR? ¿O ambas cosas? La historia reciente de Honda da pie a pensar que podría haber varias interpretaciones del mismo motor. No sería raro ver una deportiva “pura sangre” y otra más civilizada, pensada para rutas largas con pasajero, maletas y GPS incluido.
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Y si los rumores que circulan por los pasillos de los salones de Osaka y Tokio se confirman, podríamos estar ante una candidata a competir en la categoría Experimental de las 8 Horas de Suzuka. Sería un escenario perfecto para debutar esta tecnología, sin limitaciones de reglamento y con el público más apasionado del país mirando cada detalle.