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En MotoGP hay circuitos y luego está el Circuito de las Américas, también conocido como el “Rancho de Márquez”. Y no es por casualidad: el piloto de Cervera ha hecho de Austin su parque de atracciones personal desde 2013, donde ha sumado nada menos que siete victorias. Para ponerlo en perspectiva, Ducati, Aprilia y Suzuki solo han ganado aquí en una ocasión, pero eso no cambia el hecho de que Márquez ha sido el sheriff absoluto del asfalto tejano.
Este fin de semana, Marc vuelve al COTA con 74 puntos y el liderato en el bolsillo. No está mal para alguien que hace nada estaba más tiempo en el hospital que en el podio. Su objetivo es claro: seguir sumando, mantener la racha y, ya de paso, asustar un poco a Pecco Bagnaia. Y motivos no le faltan.
Márquez se ha subido al podio 113 veces en MotoGP, y si consigue uno más en Austin, igualará ni más ni menos que a Jorge Lorenzo, con 114 cajones. Eso lo dejaría segundo en el ranking histórico de podios en la categoría reina. Casi nada.
Sus números en Estados Unidos son de videojuego: 11 victorias en 14 carreras disputadas en suelo americano. Siete de ellas en Austin, tres en Indianápolis y una en Laguna Seca.
En Austin, Marc ha salido desde la pole en siete de sus diez participaciones. Entre 2013 y 2018 no dejó que nadie más probara el sabor de la victoria. En 2019 se fue al suelo liderando, en la famosa curva 12, y en 2021 volvió a llevarse el trofeo a casa tras salir tercero, una remontada de las suyas justo después de su lesión en el brazo.
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En 2023 se perdió la cita americana por un accidente en Portugal, y el año pasado, aunque volvió a liderar brevemente la carrera, acabó besando el asfalto. Aun así, se marcó un segundo puesto en la Sprint. Un aviso a navegantes: el rey de Austin puede tropezar, pero no suele caerse dos veces en el mismo sitio.
Marc lo tiene claro: “Llegamos a Austin tras dos fines de semana prácticamente perfectos, especialmente el primero en Tailandia. COTA es una pista donde siempre he sido rápido, incluso el año pasado cuando era mi primera vez allí con la Ducati. Es un circuito exigente físicamente y en cuanto a pilotaje, donde he ganado mucho. Hay que mantener la concentración, no cometer errores, cuidar los detalles y trabajar duro con todo el equipo para ser competitivos”.
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Con esas palabras, queda claro que no viene a hacer turismo. Y si bien Maverick Viñales le robó el protagonismo el año pasado con su victoria, nadie en el paddock se atreve a descartar al #93 en un sitio donde hasta el asfalto parece inclinarse a su favor.
