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El podio de Franco Morbidelli en Termas de Río Hondo no solo significó un regreso a los puestos de honor, sino también el fin de un largo calvario. Fueron exactamente 1.414 días los que tuvo que esperar desde su último podio en MotoGP, el 2 de mayo de 2021, hasta volver a subir al cajón. “Más tiempo del que han tardado los hijos de mis amigos en empezar a hablar”, bromeó el italiano tras la carrera.
Morbidelli partió desde la octava posición, pero en apenas tres vueltas ya se había colocado tercero. A partir de ahí, se aferró al podio con uñas y dientes hasta la bandera a cuadros. Este resultado es especialmente significativo tras años de dificultades, marcados por una lesión de menisco, dos temporadas complicadas con Yamaha y un accidente en enero que retrasó su adaptación a la Ducati GP24 del equipo Pramac.
“Han sido cuatro años muy complicados”, confesó Morbidelli. “En algunos nos quedamos cerca, en otros estábamos muy lejos. Ya el año pasado, con la nueva moto, parecía que todo mejoraría, pero justo cuando creíamos que la pesadilla había terminado, me lesioné y me hundí más. Ahora, con más experiencia y mejores sensaciones con la moto, estamos en buena forma”.
El tercer puesto en Termas también tuvo un significado especial para la VR46 Academy. Morbidelli fue el primer gran talento surgido del proyecto de Valentino Rossi, y diez años después de la última victoria del ‘Dottore’ en Argentina, sus colores volvieron a brillar en el podio. “Es maravilloso. El equipo tiene una conexión especial con este lugar y yo también tengo un gran vínculo con Sudamérica. Subir al podio aquí es aún más dulce”, expresó el piloto.
Después de tanto tiempo lejos de los puestos de honor, Morbidelli reconoce que la espera fue dura. “Fue un tiempo largo, sí. Hubo momentos en los que olvidé lo que se sentía estar aquí, en los que me pregunté si todavía era capaz, si estaba haciendo lo suficiente. Tuve tiempo para pensar en muchas cosas, buenas y malas. Ahora mismo ni siquiera sé describir lo que siento… quizás sea el Prosecco”, bromeó. “Quizás la próxima semana lo explique mejor”.
Este resultado tiene una gran importancia a nivel emocional y también puede jugar un papel fundamental en su futuro dentro del paddock. Morbidelli llegó a Ducati con la difícil tarea de demostrar que todavía tiene nivel para pelear entre los mejores. Su rendimiento en Argentina podría marcar un punto de inflexión en su trayectoria, especialmente en un campeonato tan competitivo como el actual.
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“Intentaré mejorar la forma en la que empiezo los fines de semana y el time attack, porque salir tan atrás nunca es una buena estrategia si quieres terminar en el podio”, explicó. “Todavía hay detalles que tenemos que mejorar para poder estar más cerca de los dos Márquez”.
