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Matt Spears es conocido por llevar las locuras de las motos a otro nivel. Si has seguido su carrera (cosa que sí hemos hecho aquí en Todocircuito), sabes que es capaz de transformar cualquier moto en algo totalmente único y hasta ortodoxo, aunque implique salirse de los límites de lo convencional.
Recientemente, se hizo con una Ducati Panigale que, tras un accidente, quedó más que dañada. Sin embargo, el motor seguía intacto, y eso fue todo lo que Spears necesitaba para embarcarse en otro de sus proyectos improbables: convertirla en una especie de moto de enduro. Y vaya que si lo hazo.
No se trataba de una moto común y corriente. Esta Panigale, con su motor de alto rendimiento, no era solo una máquina potente, sino también algo un poco más “robusta” de lo que uno esperaría en un enduro. Pero, claro, en este tipo de proyectos lo que importa es la diversión, y a Spears no le faltaba eso. Tampoco tiempo, porque al primer intento la convirtió en una moto de enduro, literalmente.
¿Y qué ha estado haciendo después de esta creación épica? Pues bien, la cosa no se detiene ahí. En una reciente colaboración con los chicos de BUM, conocidos por su CBR1000RR convertido en un tres ruedas para todo terreno, Spears decidió llevar su Panigale modificada a un nuevo desafío: ¡la nieve!
La apuesta parecía interesante: ¿una Ducati Panigale sobre nieve? La Panigale, en su versión adaptada, comenzó con una rueda de palas y un esquí en lugar de una rueda normal, pero la cosa no fue tan sencilla. Al parecer, el neumático de palas no ofrecía la tracción esperada, así que Spears tuvo que recurrir a los studs, o clavos, para mejorar el agarre. Una auténtica locura.
Pero lo de Spears no fue el único invento en esta nueva aventura. En su camino, encontró otras locuras sobre ruedas, como una conversión de un mini-jeep a ATV, ahora con cuatro pistas de snowmobile, o una motonieve turboalimentada que, honestamente, hacía que la Ducati pareciera quedarse quieta.
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Si te estás preguntando si valió la pena el esfuerzo, no hace falta que sigas leyendo; mejor lánzate al video y disfruta de la acción, porque el vídeo habla por sí solo: