.jpg) Javier Ortega@todocircuitoweb |
Si eres de los que piensa que hacer cosas estúpidas es parte esencial de la naturaleza humana, probablemente entenderás lo que pasó con Nikolay Tsibulko, un motorista ruso con un gusto particular por los desafíos al borde de lo absurdo. Este hombre decidió llevar su pasión por las motos y los saltos extremos a un nivel misión imposible. Literalmente.
Nikolay, que podría definirse como una mezcla entre un stuntman y un amante del riesgo extremo, se lanzó a imitar el famoso salto de Tom Cruise en Misión Imposible: Sentencia Mortal Parte Uno. Sí, ese en el que el bueno de Ethan Hunt despega en moto desde un acantilado para después desplegar un paracaídas y aterrizar como si fuera lo más normal del mundo. Lo curioso de esa escena es que, aunque parece puro CGI, Cruise realmente la hizo, y varias veces.
Pero volvamos a nuestro protagonista. Nikolay, que en Instagram (donde tiene una buena colección de locuras) se muestra como alguien habituado a desafiar la gravedad, decidió que él también podía replicar esa hazaña. Con dos paracaídas —uno para él y otro para la moto—, armó el plan. Spoiler: las cosas no salieron del todo bien.
El escenario era perfecto: un acantilado de esos que quitan el aliento, una Honda CRF que estaba a punto de convertirse en mártir, y un montón de cámaras listas para grabar la épica. Nikolay aceleró, se lanzó al vacío y, en lo que parecía ser un momento de gloria, desplegó su paracaídas con éxito. Hasta ahí, todo iba según lo planeado.
Sin embargo, la historia para la pobre moto fue diferente. Su paracaídas, que en teoría debería haberla hecho descender suavemente como si fuera un ángel mecánico, falló estrepitosamente. Según se aprecia en los vídeos que el propio Nikolay subió a Instagram, el cordón del paracaídas de la moto se rompió apenas comenzó a desplegarse. El resultado: la CRF cayó cientos de metros, directo a un final que ni los mejores mecánicos podrían arreglar.
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Afortunadamente, para Nikolay las cosas no terminaron mal. "El paracaídas de la moto se rompió, pero el mío funcionó perfectamente", comentaría después con un tono que roza entre la tranquilidad y la resignación. Porque, claro, perder una moto duele, pero perder algo más importante habría sido un desastre. "Podría haber sido peor" parece ser la moraleja que Nikolay quiere transmitir con su hazaña.
El salto fue registrado desde varios ángulos, incluyendo una cámara en su casco y otra que capturó todo desde tierra firme. El resultado es impresionante, a pesar del triste final para la moto. Y aunque el stunt no salió perfecto, nadie puede negar que Nikolay tiene un par de... bueno, ya entiendes.
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Si quieres ver cómo terminó este loco salto, te dejamos los dos vídeos:
