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KTM atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia, y su permanencia en MotoGP más allá de 2025 parece cada vez más incierta. Según informes recientes de medios austríacos como Der Standard, la marca podría abandonar el campeonato de manera definitiva en 2026, año en que finaliza su contrato actual con Dorna Sports.
La situación financiera de KTM es delicada. La empresa se encuentra en un proceso de reestructuración tras declararse en auto-administración para evitar la bancarrota. Con una deuda estimada en más de 3.000 millones de euros, la marca trabaja contrarreloj para cumplir con las condiciones impuestas por sus acreedores. Según un informe de la Asociación de Acreedores Alpinos (AKV), una de las medidas consideradas en el plan de reorganización es la salida "planificada" de KTM de MotoGP.
En un comunicado reciente, KTM aseguró que su compromiso con MotoGP está garantizado hasta 2025. Sin embargo, evitó dar detalles sobre sus planes más allá de esa fecha. Esta falta de claridad ha alimentado las especulaciones sobre un posible abandono del campeonato, una decisión que, según Der Standard, la dirección de KTM considera menos dañina para su imagen si se ejecuta al final del contrato actual con Dorna.
La salida del campeonato supondría un ahorro anual de aproximadamente 46 millones de euros, según un análisis de Boston Consulting Group, aunque las implicaciones para su imagen y su estrategia de marca serían significativas.
Esta incertidumbre afecta directamente a los pilotos que actualmente forman parte del proyecto de KTM. Brad Binder tiene contrato hasta finales de 2026, mientras que Pedro Acosta, Enea Bastianini y Maverick Viñales cuentan con acuerdos de varios años. Sin embargo, la posibilidad de que KTM abandone MotoGP deja en el aire el futuro de estos talentos y de un equipo que ha mostrado un crecimiento competitivo en los últimos años.
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El informe inicial de la audiencia de acreedores reveló que varias partes están interesadas en invertir un total combinado de 700 millones de euros en KTM. Esta inyección de capital es fundamental para que la empresa cumpla con su cuota de reembolso de deuda del 30%. Las ofertas podrán presentarse hasta la tercera semana de enero, y los acreedores votarán sobre el plan de reestructuración a finales de febrero.
Entre los posibles interesados en el futuro de KTM destaca Lewis Hamilton. Según declaraciones de Pit Beirer, jefe de deportes de motor de KTM, han existido "conversaciones concretas" con el entorno del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 para que este invierta en la marca. Aunque no se ha confirmado nada, Hamilton ya había mostrado interés en MotoGP anteriormente, e incluso se le vinculó con un posible acuerdo con el equipo Gresini.
A pesar de los desafíos, la reestructuración parece avanzar de manera controlada. Si bien las cifras de deuda son abrumadoras, la posibilidad de obtener una inversión significativa podría dar a KTM el oxígeno necesario para superar la crisis.
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MotoGP, sin embargo, podría no formar parte del plan a largo plazo. El próximo año será clave para determinar si KTM podrá revertir su situación y mantenerse en la élite del motociclismo o si, finalmente, 2026 marcará el adiós definitivo de la marca al campeonato.
