 Redacción Síguenos en WhatsApp |
Andrea Iannone cerró su regreso a MotoGP en el Gran Premio de Malasia con la satisfacción de haber dado lo mejor de sí mismo tras un largo periodo de ausencia. El de Vasto, que venía de competir en el Mundial de Superbikes en sustitución de Fabio Di Giannantonio, abordó la cita de Sepang sin muchas expectativas en cuanto al resultado, sino más bien para reencontrarse con las sensaciones únicas que ofrece un prototipo de MotoGP.
"Hacer estas 19 vueltas fue realmente agotador", explicó Iannone tras acabar 17º el domingo. "Al quinto giro ya me dolían los brazos y básicamente corrí toda la carrera en modo supervivencia. Una vuelta la hacía lenta, otra apretaba, y así sucesivamente. El objetivo era terminar la carrera". Pese a la dificultad, destacó una comparativa alentadora: "He sido 15 segundos más rápido que Bautista el año pasado con una moto prácticamente igual. Además, él tuvo más tiempo de adaptación, mientras que yo simplemente hice la maleta en Jerez y vine para acá. Mi referencia debe ser esa, no Bagnaia", matizó en referencia al wildcard que Bautista realizó en esta misma pista en 2023, como regalo por su título del WorldSBK.
El piloto italiano también comentó los elogios que recibió de Jorge Martín: "Anoche me escribió y me dijo '¡Tío, cómo pilotas!'. Vio mis datos y le llamó la atención. Pero hay puntos en los que freno y pierdo todo ahí. No tengo todavía los puntos de referencia ni conozco los límites de la moto. No pude aprovechar ni los frenos ni la aerodinámica, y físicamente tampoco tenía la fuerza suficiente para frenar como es necesario en MotoGP".
La exigencia física fue una de las mayores sorpresas para Iannone. "En Superbike no frenas como en estas motos. En circuitos como Malasia y Japón, donde se frena más tiempo, la presión sobre los brazos es brutal. En 2014, sin aerodinámica, la fuerza era de unos 150 kgs por frenada. Ahora la horquilla es más rígida y la aerodinámica añade más carga. Con solo tres días de pruebas y un par de días de descanso, podría mejorar mucho más".
Sobre la posibilidad de correr en Barcelona dentro de dos semanas, Iannone se mostró prudente: "De momento no lo hemos hablado. No es una decisión que dependa solo de mí. Si me lo propusieran, lo consideraría, pero aún no he hablado ni con Valentino ni con los demás. Tiene que ser una voluntad conjunta, de Gigi Dall’Igna y mía también".
Al reflexionar sobre su regreso, Iannone expresó su alegría por haber demostrado que aún podía ser competitivo: "Estoy contento porque me agrada saber que puedo seguir siendo rápido, y eso es lo que me importa. Todos lo saben, han visto los datos, y eso es lo positivo. No debía cometer errores y tenía que terminar la carrera. Lo logré, pero obviamente correr una carrera es otra cosa, se necesita una preparación física importante".
Leer también: El susto de Joan Mir: "He pasado a Miller por encima de las piernas"
Al hablar de las diferencias y aspectos que más le sorprendieron de su regreso a MotoGP tras cinco años, Iannone señaló: "La moto es muy física, pero no hay algo que pueda decir que es malo. Lo complicado es cuando estás detrás de alguien; la moto no se comporta igual, es difícil adelantar y entender qué hacer. Y más con apenas 100 vueltas en un fin de semana. Lo increíble es sin duda el avance tecnológico y lo importante que es el trabajo en el box".
