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El primer día de entrenamientos libres en el circuito de Sepang ha puesto de nuevo a prueba a Marc Márquez, quien ha cerrado la jornada con una discreta décima posición, logrando a duras penas el pase directo a la Q2. El piloto de Gresini reflejó cierta frustración con el trazado malasio, un circuito históricamente complicado para él, y admitió que desde su lesión su estilo de pilotaje ha cambiado, limitando su capacidad de compensar en pista como lo hacía anteriormente con Honda.
"Ha sido un día difícil," reconoció Márquez al término de la sesión. "Especialmente aquí en Malasia, he intentado ser optimista, pero estamos teniendo más dificultades de lo habitual. Así que tendremos que trabajar aún más para alcanzar un buen nivel. El objetivo optimista es una segunda fila en la clasificación, el realista es la tercera."
En ambas sesiones del viernes, el octocampeón del mundo se mantuvo lejos del ritmo de los líderes. Durante el FP1, quedó a casi dos segundos del tiempo de Pecco Bagnaia y por detrás del italiano Andrea Iannone, quien volvía a la categoría tras cinco años de ausencia. Márquez admitió que la larga pista de Sepang, con sus amplios radios de curva a derecha, se ha convertido en uno de los escenarios que más le cuesta desde su grave lesión en el húmero derecho.
"Sepang es un circuito en el que históricamente he sufrido," explicó Márquez. "Antes, si tenía dificultades, era capaz de compensar, pero ahora ya no puedo. Mi estilo de conducción ha cambiado y ya no llevo la moto más allá de sus límites. Me tengo que adaptar, pero en circuitos en los que ya me costaba, ahora tengo aún más dificultades."
El #93 comentó además que, si bien su ritmo de carrera es competitivo, su velocidad a una vuelta lo ha dejado algo atrás frente a los más rápidos del día, como Bagnaia, Jorge Martín y Enea Bastianini. Aun así, sigue confiado en que el trabajo del equipo en la configuración de la Ducati GP23 le permitirá mejorar de cara a la clasificación y la carrera del domingo. "En la vuelta rápida estamos un poco lejos de los mejores, pero en ritmo de carrera estamos más cerca, aunque aún no es suficiente," puntualizó Márquez.
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Otro tema de interés en el paddock fue la incertidumbre en torno a la última carrera de la temporada en Valencia, oficialmente ya cancelada por el impacto de las devastadoras inundaciones que ha sufrido la provincia. Tras conocer las declaraciones de Pecco Bagnaia, quien se mostró dispuesto a renunciar al título si esto implica no correr en Valencia, Márquez consideró la postura de su compañero como una muestra de empatía y compromiso.
"Las declaraciones de Pecco han sido contundentes, incluso porque si luego ocurre, tienes que cumplirlo," reflexionó Márquez. "Antes de tomar una decisión, obviamente, hay que evaluar todos los factores. Yo ya lo he dicho: pensando en cómo están las cosas ahora y sabiendo que deberíamos correr allí en dos semanas, para mí no tiene sentido".
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"No es cuestión de dinero, es una cuestión de personas, de manos, de gente que lo ha perdido todo. ¿Has visto cómo están las calles? Valencia está hecha un desastre, parece de película. Las personas no tienen casa. Claro, el dinero puede ayudar, pero tenemos que entender primero qué es lo importante. Como persona, como piloto y como español, no puedo pensar en correr un GP en Valencia en dos semanas. Éticamente no lo veo correcto", ha señalado el Cervera.
