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Nuestros compañeros británicos de 44Teeth han disfrutado de una experiencia bastante única con la nueva KTM 990 RC R. Esta bestia, recién salida de la cocina de KTM, no deja indiferente a nadie, y aunque es un prototipo, las primeras impresiones son más que jugosas. Para empezar, recordemos que la moto que probaron es un prototipo, y habrá que esperar al próximo EICMA de Milán, en noviembre, para verlo en su forma final.
Sin embargo, los afortunados de 44Teeth ya se han puesto manos a la obra para ver qué tal iba esta RC R. Según ellos, KTM dice que este modelo se sitúa a medio camino entre la Ducati Panigale V2 y la Aprilia RS 660. Como comentan, “va a tener más caballos y más par que la RS 660 y la R7, pero ni de lejos será una Panigale”.
Uno de los puntos que más resaltan es la posición de conducción. La moto es notablemente alta, algo que parece venir heredado del chasis de la KTM 990 Duke, aunque adaptado al carácter más deportivo de la RC R. Según el probador, “es bastante alta, se siente como que viene de la familia Duke, pero sigue siendo algo diferente”.
La ergonomía es peculiar para una deportiva: semimanillares altos y estriberas no demasiado elevadas, lo cual promete una posición relativamente cómoda. Vamos, que podrás salir a devorar curvas sin que las muñecas acaben pidiendo auxilio después de unos kilómetros. El tablero de mandos también llama la atención: “una especie de smartphone XL, bien ancho y bastante corto, con gráficos vistosos”.
La 990 RC R lleva un motor de 990 cc que ha ganado 5 caballos más respecto a de la Duke 990, entregando un total de 128 cv de potencia. Aunque no es la moto más explosiva del mundo, parece que el motor empuja lo suficiente como para divertirse sin echar de menos una Panigale. Algo curioso sobre los modos de conducción es que, al menos en el prototipo, “solo hay un modo, el modo Street. Nada de modos de conducción elaborados ni ayudas electrónicas sofisticadas. Es lo que hay, y punto”. Obviamente, el modelo final vendrá cargado de electrónica, modos de conducción y ayudas al piloto.
También probaron los frenos y, aunque no estaban seguros del modelo exacto de las pinzas (parecen ser Brembo), KTM ha mejorado el sistema tras escuchar comentarios del Duke 990. Según el probador: “los frenos funcionan mucho mejor en combinación con la suspensión. Se siente todo más refinado que en el Duke”.
En cuanto a la suspensión, esta moto monta componentes WP, pero en una versión más deportiva que la del Duke. Los clics de ajuste están limitados a seis tanto en compresión como en rebote, lo cual simplifica las cosas y evita que acabes como loco buscando la configuración ideal. Como dicen los chicos, “es definitivamente más fácil; simplemente dale un par de clicks y listo”. A veces, menos es más, y parece que KTM lo ha entendido bien.
El resultado es una suspensión que, según el probador, “funciona perfectamente en combinación con los frenos. Es más estable en medio de la curva de lo que uno podría esperar para una KTM, que suelen tener fama de ser un tanto nerviosas”. Esto, sumado a la geometría ágil, parece convertirla en una opción realmente interesante para disfrutar tanto en carretera como en circuito.
Cuando la llevaron al asfalto, las sensaciones fueron claras: no es una moto radical ni tiene la precisión quirúrgica de una Panigale, pero está muy lejos de ser un simple "Duke con carenado". La RC R tiene su propia personalidad: ágil, estable y cómoda. Según el probador, “es un juguete que podría darle una sorpresa a alguna que otra moto de 20.000 euros en un día de tandas”. Eso sí, la moto no está pensada para ser un purasangre de circuito, sino algo más polivalente y accesible.
Eso sí, no todo es perfecto. El cambio de marchas tiene sus luces y sombras: “el upshift es realmente suave, pero el downshift es un poco más brusco”. Aun así, estos detalles podrían ser pulidos en la versión final.
La KTM 990 RC R parece ser una deportiva muy singular. No está diseñada para romper tiempos en un circuito, sino para ofrecer una experiencia divertida, manejable y versátil. No es tan baja ni tan extrema como la mayoría de sus competidoras, y esto la hace más cómoda y, probablemente, más utilizable en el día a día. KTM podría estar creando una moto que es, simplemente, divertida y diferente, sin la necesidad de aspirar al trono de la más potente.
Con un precio estimado en torno a los 16.000 euros, no es la más barata del mercado ni tampoco la más cara -la Panigale V2 cuesta 21.000 euros-, pero ofrece una buena alternativa para aquellos que buscan algo diferente a la típica Panigale o R7.
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