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El pasado Gran Premio de San Marino, celebrado en el circuito de Misano, estuvo a punto de convertirse en escenario de un accidente de grandes proporciones en los boxes del equipo Aprilia MotoGP. Un inusual y peligroso encadenamiento de eventos provocó que una moto de la categoría Moto2, sin control, se estrellara dentro del garaje de Aprilia, impactando contra un mecánico y una de las RS-GP de Aleix Espargaró. Afortunadamente, la situación no derivó en consecuencias fatales.
El incidente ocurrió durante la segunda sesión de entrenamientos libres de la categoría Moto2. Unai Orradre, piloto sustituto del equipo Forward Racing en reemplazo del lesionado Alex Escrig, circulaba por la calle de boxes cuando un comisario de pista cometió un grave error: descendió repentinamente del muro del pitlane sin comprobar si había vehículos en su camino. Orradre, al percatarse de la situación, intentó esquivar al comisario, pero en el proceso perdió el control de su Kalex.
El comisario implicado fue trasladado al hospital para una evaluación médica más profunda, aunque se cree que no sufrió heridas de gravedad más allá de una fractura en un brazo. Por su parte, Orradre no sufrió lesiones físicas, pero quedó visiblemente afectado por el suceso. "No había visto algo así en mi vida.. Es que no sé qué ha pasado… He salido al pit lane y, de repente, se me ha cruzado un mecánico, creo, y hemos terminado por los suelos", declaró el español.
Lo más alarmante fue lo que ocurrió a continuación. Tras la caída de Orradre, la moto, ahora sin piloto, continuó su recorrido por el pitlane a gran velocidad, desviándose hacia el box del equipo Aprilia. La motocicleta descontrolada impactó contra uno de los mecánicos de Aleix Espargaró, quien sufrió lesiones menores en una mano, y también chocó con una de las RS-GP que estaban dentro del garaje.
Aleix Espargaró, que no estaba presente en el momento del impacto, expresó su alivio tras conocer los detalles del accidente. "Hemos tenido mucha suerte", declaró Espargaró a The-Race.com. "No estaba allí en ese momento, pero me contaron que la moto entró en el box. Afortunadamente, mi jefe de equipo, Antonio Jiménez, y mi ingeniero de datos acababan de salir a tomar un café. Si hubieran estado dentro, podría haber sido mucho peor".
El susto fue considerable entre los miembros del equipo, ya que la moto destruyó parte del garaje, incluyendo la mesa de trabajo del ingeniero de Espargaró. A pesar de los daños materiales, la situación podría haber terminado en tragedia de haber ocurrido unos minutos antes, cuando el equipo técnico se encontraba aún en su posición.
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Este incidente ha traído a la memoria un trágico episodio que ocurrió en 1993 durante el Gran Premio de España en Jerez. En esa ocasión, el piloto japonés Nobuyuki Wakai, de la categoría 250 cc, perdió la vida al impactar con su cabeza contra un muro del pitlane tras intentar evitar a un aficionado que había accedido sin autorización.
