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Un incidente sorprendente ha captado la atención de la policía de autopistas en la República Checa, generando preocupación sobre la creciente problemática del uso de teléfonos móviles al volante. En un reciente operativo de vigilancia en la autopista D1, cerca de la localidad de Rousínov, los agentes se encontraron con un caso extremo de imprudencia vial que podría haber tenido consecuencias fatales.
El pasado sábado por la mañana, un motorista fue detectado conduciendo a alta velocidad mientras utilizaba ambas manos para manipular su teléfono móvil, ignorando completamente el tráfico a su alrededor. El infractor, a bordo de una BMW GS Adventure, fue grabado por las cámaras del coche policial camuflado mientras avanzaba peligrosamente sin mantener las manos en el manillar, lo que lo dejó completamente desprotegido ante cualquier eventualidad en la carretera.
El caso del motorista ha sido descrito por la policía como "difícil de creer", dado el nivel de riesgo involucrado. Al manipular su teléfono móvil con ambas manos, el conductor no solo perdió el control inmediato de su motocicleta, sino que también dejó de prestar atención al entorno vial, lo que podría haber resultado en un accidente de graves consecuencias, tanto para él como para otros usuarios de la carretera.
El motorista fue detenido de inmediato por los agentes, quienes no dudaron en imponer la sanción más alta posible por su peligrosa infracción. De acuerdo con la legislación vigente en la República Checa, la multa por utilizar el teléfono móvil al volante varía entre 2.500 y 3.500 coronas checas, lo que equivale a aproximadamente de 100 a 140 euros. No obstante, en procedimientos administrativos, la sanción puede escalar hasta 10.000 coronas (alrededor de 400 euros), acompañada de la adición de cuatro puntos en el historial de infracciones del conductor (en la República Checa cuentan con 12 puntos en el carnet).
Estas medidas punitivas, que buscan frenar el uso del móvil durante la conducción, son parte de un esfuerzo continuo por reducir el número de accidentes relacionados con la distracción al volante. En 2024, las sanciones fueron endurecidas en respuesta al creciente número de incidentes relacionados con este tipo de conductas, que han demostrado ser un peligro significativo en las carreteras checas.
El caso del motociclista no es un incidente aislado, sino parte de un problema más amplio que afecta a conductores de todo tipo de vehículos. En la misma operación de vigilancia, la policía detuvo a una conductora que también fue sorprendida utilizando su teléfono móvil mientras conducía.
La mujer, que tenía el móvil pegado a la oreja, no se percató de la presencia del coche policial, que la siguió y grabó durante varios minutos. Fue necesaria la activación de las sirenas para que finalmente notara la presencia de los agentes y detuviera su vehículo.
Puedes ver el vídeo completo grabado por los agentes a continuación:
Otro caso reciente que también ha sido objeto de debate en la República Checa es el de otro motorista que fue detectado por un radar móvil a una velocidad de 204 km/h en una autopista limitada a 130 km/h.
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La infracción podría haberse quedado ahí, pero poco después la policía descubrió que el motorista llevaba como pasajero a un menor de edad; el hombre se enfrenta a una multa de 1.000 euros, la pérdida de seis puntos en el carnet y la retirada del permiso de conducir por un plazo de 18 meses.
