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Luca Marini está empezando a habituarse a acabar el último en cada sesión. En Austin, el hermano de Valentino Rossi se clasificó en la cola de la parrilla de salida el sábado, vio la bandera a cuadros en la última posición en la Sprint Race y volvió a repetir ese mismo puesto en la cita principal del domingo, donde se vio superado en la parte final de la carrera por un Álex Márquez que previamente se había caído en la curva uno.
El único consuelo que le queda al piloto italiano de su paso pro el Gran Premio de Las Américas es que la suya fue la única Honda que logró completar la carrera dominical; Takaaki Nakagami y Joan Mir se fueron al suelo en distintos momentos de la prueba, y Johann Zarco se tuvo que retirar al box durante los primeros compases de la carrera por un problema mecánico en su RC213V en el que ha sido, sin duda, un pésimo gran premio para la firma japonesa.
Tras acabar la carrera, Luca reconocía que había sido "un superviviente" sin capacidad para hacerlo mejor en una prueba marcada por su evidente falta de velocidad. "Lo he hecho lo mejor que he podido", dijo Marini tras acabar 16º a 33 segundos del ganador. "He luchado por el último punto igual que luchaba el año pasado por una victoria, lo he dado todo, pero ahora mismo estamos sufriendo mucho", admitía un Marini que rodó del orden de 1,2 segundos más lento por vuelta respecto al grupo de cabeza.
De lo poco que rasca Marini de este fin de semana tan malo para Honda es que, con la telemetría almacenada, los ingenieros de HRC podrán comparar toda esta información con la de la moto con la que Alex Rins ganó en esta misma pista hace ahora un año: "Creo que ha sido un fin de semana muy importante para nosotros, porque el año pasado Rins ganó aquí con una Honda, y este año hemos estado bastante lejos del resto. Será importante comparar los datos para que los ingenieros japoneses puedan solucionar el problema lo antes posible".
El piloto del Repsol Honda Team cree que Honda sabe perfectamente el camino que debe tomar para corregir el rumbo del prototipo de este año, pero ya avisa que no será cuestión de un día mejorar una moto que, en este momento, es con diferencia la peor de la parrilla: "Yo intentaré darles mi opinión lo mejor que pueda. Creo que la dirección a tomar es bastante clara, pero llevará tiempo preparar nuevas piezas. No hablo solo de componentes para el motor. Sufrimos en todas las áreas, y tenemos que entender por qué todos han mejorado respecto al año pasado".
Lo vivido en Austin realmente es preocupante del lado de Honda; los japoneses ganaron aquí el año pasado gracias al carrerón que se marcó Alex Rins sobre una moto que, ya por aquel entonces, evidenciaba una importante falta de competitividad respecto al resto de fabricantes, y 365 días después, sobre un asfalto renovado en el COTA y con unos Michelin mejorados, la brecha con sus rivales se ha incrementado de forma notable.
"Creo que aquí, en Austin, tanto los neumáticos como la pista han mejorado mucho", valoró Marini. "A nosotros nos falta algo, porque la moto de este año es muy diferente, pero no de forma positiva. Hemos perdido los puntos fuertes de la moto de 2023, y aunque hemos ganado algo en los puntos débiles, no es suficiente", zanja el de Urbino.
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Luca Marini sigue a la caza de sus primeros puntos con Honda; el italiano todavía no ha podido estrenar su casillero en este arranque de campaña, mientras que su compañero Joan Mir, con 7 puntos y clasificado en la 17ª posición, es el mejor piloto de HRC en la general.