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Pensar en un enfrentamiento entre una Suzuki GSX-R 1000 y un Toyota Land Cruiser V8 puede sonar ridículo. En asfalto, el 4x4 jamás podría soñar con ver de cerca a la superbike japonesa, y sobre tierra, es evidente la clara superioridad del todoterreno frente a una moto desarrollada expresamente para los circuitos.
Pero, ¿qué ocurre si le metemos unas suspensiones y ruedas de motocross una GSX-R? ¿Tendría algo que hacer frente al siempre efectivo Land Cruiser? Para dar respuesta a esta inusual pregunta, la gente de Carwow ha preparado un reto de lo más singular: medir una GSX-R 1000 y un Land Cruiser en una serie de pruebas 100% off-road, mezclando obstáculos de todo tipo.
La moto es, en concreto, una Suzuki GSX-R 1000 K2, un modelo propulsado por un motor de cuatro cilindros y 160 cv de potencia que ha sido modificado para su uso off-road; delante encontramos una horquilla de MX con un gran neumático de 21" pulgadas, mientras que en la parte trasera han conservado el basculante de aluminio de la GSX-R y le han adaptado un neumático de tacos de sección ancha, posiblemente de 160 mm.
Además, para asegurar en lo posible la duración del motor y los colectores, esta GSX-R 1000 monta una quilla totalmente artesanal hecha a base de planchas de aluminio, un accesorio que, como podrás ver más adelante en el vídeo, acabando siendo de gran ayuda en algunas secciones.
El coche es lo que podríamos definir como un "tanque"; se trata de un Toyota Land Cruiser con más de 440.000 kilómetros en el marcador, un coche fabricado en 2002 que se mueve gracias a un enorme motor V8 de 4,7 litros que solo entrega 235 cv. No falta, por supuesto, una reductora y un bloqueo del diferencial remoto, dos grandes ayudas a la hora de afrontar determinados retos.
El vídeo cuenta con varias pruebas en las que ambas máquinas deben desafiar distintos tipos de recorridos; no vamos a destriparte el final, pero sí te diremos que la moto acaba sorprendiendo a todo el mundo por su increíble capacidad para superar prácticamente cualquier obstáculo a pesar de sus casi 200 kilos de peso.
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El Toyota y la Suzuki se enfrentan al barro, a recorridos cortos llenos de baches, a zona de piedras, a empinadas cuestas, un vadeo en el que la moto lo pasa francamente mal... en fin, un reto de lo más curioso que puedes ver a continuación:
