 Redacción Síguenos en WhatsApp |
Franco Morbidelli sabía que este pasado fin de semana le tocaría sufrir, y así fue. El piloto italiano afrontaba su primer gran premio del año con cero kilómetros acumulados al manillar de su nueva moto, la Ducati GP24, una máquina que 'Frankye' no pudo probar en los test de Malasia y Qatar a causa de la grave caída que sufrió a finales del mes de enero mientras entrenaba con su Panigale V4 R en el Circuito de Almería.
Para el piloto de 29 años, la cita de Losail fue como un test individual para él; su única experiencia sobre una Ducati de MotoGP se traslada al pasado mes de noviembre, cuando solo pudo completar unas pocas vueltas con una Desmosedici GP23, de modo que pensar en un buen resultado en esta ronda inaugural de la campaña 2024 era algo que no entraba en la mente de Morbidelli.
Tal y como esperaban piloto y equipo, Franco se clasificó el último durante la Q1 del sábado; ese mismo día, en la Sprint Race, vio la bandera a cuadros en la 20ª posición, adelantando a un Luca Marini con muchos problemas al manillar de su nueva Honda, y al día siguiente, en la carrera principal del domingo, el romano se encontró algo mejor sobre la Ducati del PRAMAC Racing y firmó una 18ª posición, por delante de Takaaki Nakagami, de Marini y de un Jack Miller que previamente se había caído en la curva uno.
El sábado, tras la Sprint Race, Morbidelli valoró de forma positiva su primera carrera sobre una moto todavía desconocida para él: "Tengo que decir que ha sido toda una experiencia hacer una carrera después de dar solo 20 vueltas y de estar un mes recuperándome sin poder entrenar. Pero la experiencia fue buena, me lo pasé bien. Pensé en hacer una carrera en solitario, pero luego me encontré lo suficientemente seguro como para quedarme detrás de Marini y pasarle después", explicó un Franco Morbidelli que recibió el OK de los médicos a 48 horas de arrancar el GP de atar.
"Si miras los tiempos", prosigue, "ya voy más rápido que el año pasado, pero es que este año todos son más rápidos. Tampoco he estresado demasiado la moto ni los neumáticos porque todavía ando algo oxidado, llevaba cuatro meses sin subirme a una MotoGP y el último mes no he rodado nada. Pero me he sentido bien en la Sprint y he visto mucho margen de mejora y mucho potencial", explicó Morbidelli, que más tarde reconoció haber acabado "muy cansado" al término de la carrera del domingo, donde se sitió "bien" con la moto e incluso se animó a hacer algún que otro adelantamiento.
Sobre la moto, Morbidelli afirma que "el paquete que te ofrece Ducati es increíble, cada vez que salgo a pista aprendo algo", destacando especialmente la velocidad exhibida por su compañero de box, Jorge Martín, vencedor en la carrera del sábado y autor de la pole position en Losail: "Martín es muy rápido y hace cosas increíbles sobre esta moto. Los mejores pilotos de Ducati están en sintonía total con el paquete y hacer grandísimas cosas porque esta moto te permite hacerlas".
Encarar un nuevo año sin haber rodado en pretemporada y verse en la necesidad de entender una moto nueva obliga a Morbidelli a no querer dar pasos demasiado grandes. Explica que tiene por delante "un proceso gradual" antes de pensar en metas más ambiciosas, por eso insiste en que "no puedo decir cuándo llegará el momento de hacer algo porque no tengo nada planeado. Voy paso a paso, o siguiente será mejorar la puesta a punto de la moto, seguir aprendiendo el estilo Ducati y ser más rápido en cada salida a pista".
Leer también: La frase escondida en el casco de Pedro Acosta que revela sus intenciones en MotoGP
De momento Morbidelli seguirá aprovechando todas las sesiones de entrenos libres y carreras que tiene por delante a modo de pretemporada, y cuando entienda los secretos de la Desmosedici, entonces veremos de qué es capaz sobre esta máquina: "Lo importante en estas dos o tres primeras carreras será conseguir la experiencia adecuada y seguir dando los pasos correctos juntos al equipo para trabajar mejor. Ya llegará el momento de hacer alguna locura, pero no así", sentenció el de PRAMAC.
