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Después de 11 temporadas al manillar de una Honda, Marc Márquez empieza casi de cero en Ducati. El de Cervera ya está impaciente por su próximo test con la Desmosedici del equipo Gresini Racing, una moto que ya tuvo ocasión de conocer fugazmente en el test de Valencia del mes de noviembre y a la que volverá a subirse dentro de algo más de dos semanas con motivo del test IRTA de Sepang, programado del 6 al 8 de febrero.
Pasar de la RC213V a la GP23 es un proceso que requiere tiempo, kilómetros y paciencia. Por suerte, el #93 se ha encontrado con una moto mucho más fácil de llevar que su antigua Honda, y aunque todavía no le ha buscado las cosquillas ni ha querido forzar más de lo necesario, el catalán está convencido de que tarde o temprano adaptará su siempre agresivo estilo de pilotaje a las necesidades de la Desmosedici, y será entonces cuando podrá marcar la diferencia con esta moto.
Marc tuvo la oportunidad de comparar ambas motos durante la presentación del Gresini Racing celebrada en Rímini el pasado sábado; allí, en su charla con la prensa, el piloto de 30 años aseguró que con la GP23 "tienes que afrontar la vuelta de un modo distinto, sobre todo si quieres hacer un buen tiempo, esto es algo que todavía necesito comprender mejor. Ya desde la primera tanda, y luego en la segunda y la tercera, supe que el modo de entrar en curva es totalmente distinto, ahí entendí muchas cosas", comentó en alusión a su test en Valencia.
Márquez recordó que "la Honda también tiene algunos puntos muy fuertes en algunas partes de la curva, pero no puedo usar esos puntos fuertes como estaba acostumbrado. La salida de la curva es muy buena, muy suave, pero necesito entender el modo de aprovechar mejor esta potencia y agarre extra", mencionó sobre la que posiblemente sea la mayor virtud de la Ducati.
En Valencia vimos a un Marc Márquez casi irreconocible por su estilo de pilotaje, siempre por la línea y sin cruzar la moto, algo imposible con su antigua máquina; a este respecto, el #93 reconoció que su estilo en Cheste fue "muy suave, es cierto, pero todavía no sé si ese será mi estilo de pilotaje o no con la Ducati. Era el primer test, estuve rodando con un setup que no conocía, les dije que me pusieran los settings de otro piloto y que no los tocaran. Solo cambiamos algunas cositas en la parte delantera para sentirme más cómodo".
El ocho veces campeón del mundo es un piloto que necesita saber dónde está el límite de su moto, y hasta ahora no ha querido buscarle las cosquillas a la Desmosedici: "Iba suave porque no quería ser agresivo ni buscar los límites de la moto. Ya veremos, tengo curiosidad por probar la moto en otro circuito como Malasia, donde siempre me ha costado más".
A la pregunta de si piensa recuperar el antiguo estilo Marc Márquez, siempre en modo ataque, el de Cervera quiso apuntar que, en MotoGP, "tienes que arriesgar si quieres encontrar el límite y ganar, este es mi estilo. Lo hice en la segunda parte de la pasada temporada con mi anterior equipo, aunque no conseguí ningún resultado bueno. ¿Si lo seguiré haciendo con Ducati? No lo sé".
Márquez también sacó a relucir el hecho de que fueron muchos los pilotos Ducati los que acabaron en el suelo la pasada campaña, especialmente en las últimas carreras, cuando todos empezar a forzar más de la cuenta a medida que el campeonato se iba apretando: "Los pilotos Ducati se cayeron mucho el año pasado, hubo muchas caídas, es una moto que tiene un límite, pero si quieres ir más rápido que los demás, tienes que hacerlo, arriesgar un poco. Estoy seguro de que en Malasia o en Qatar llegará mi primera caída, pero prefiero caerme en los test y no en carrera".
Por último, a la pregunta de cómo fue la visita que realizó al cuartel general de Ducati en Bolonia durante la pasada semana, Marc le restó importancia y explicó que se trató de una "visita protocolaria" motivada más que nada por asuntos "técnicos", argumentando que "Ducati utiliza sus parámetros y sus cosas para llegar al nivel que tienen de moto".
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Y sobre la moto que llevará a partir de la cita inaugural de Malasia, Marc afirmó "saber ya la moto que tendré, será la 2023, muy similar a la que acabaron Pecco y Jorge Martín, y de allí empezar con eso, y en principio tendré eso todo el año. Mi trabajo es sacar el máximo partido, me he sentido querido por Ducati, si no, no habría dado este paso. Sí, soy del Team Gresini, pero pilotamos una Ducati, y Dall'Igna siempre me ha tratado muy bien", finalizó el español.