
Casey Stoner ha confirmado de forma oficial que esta temporada disputará el Campeonato Australiano de V8 Supercars dentro de las Dunlop Series, su división de plata. La noticia ya saltó hace una semana tras una filtración del programa oficial del campeonato, pero Casey no tardó en desmentir el rumor desde su perfil de Twitter diciendo que no debíamos creernos todo lo que leemos en la prensa.
Como viene siendo habitual cuando hay un rumor sobre Stoner, a los pocos días tenemos
confirmación oficial por parte del australiano via
Twitter:
Very happy to have a chance to race with @redbullracingAU in the Dunlop Series this year. Looking forward getting on track at Clipsal! (Muy feliz de tener la oportunidad de correr con el @redbullracingAU en las Dunlop Series de este año. Espero con ganas salir a pista en Clipsal!").
El campeón del mundo de MotoGP cumple así uno de sus sueños desde que tenía 14 años: pilotar un V8. Su debut será en la Clipsal 500 de Adelaida el próximo 28 de febrero, aunque su auténtico objetivo es disputar la Bathurst 1000, la carrera más importante del año. "No dudo que todo el mundo quiera verme en Bathurst", comenta Stoner, "así que no lo descarto". Stoner correrá dentro del equipo Triple Eight Holden conduciendo un Holden Commodore.
Al margen de su salto oficial a los Supercars, Casey también es hoy noticia por unas declaraciones realizadas a la web de su país News.com.au en las que no cierra la puerta a un posible regreso a MotoGP: "No tengo intención de regresar a MotoGP, pero si veo que ese deporte cambia de forma radical, hasta el punto de que se vuelva interesante, puede pasar cualquier cosa". Y añade: "pero tal y como lo veo ahora, no hay posibilidad alguna".
El australiano también ahonda en las razones que le llevaron a su retirada. "Las lesiones no fueron causa alguna de mi retirada, o que quisiese hacer cosas nuevas. Ni si quiera la familia fue una razón. Simplemente dejé de amar este deporte. Hubo una gran falta de respeto por parte de mucho gente hacia este deporte y no me estaba gustando la dirección en la que iba".
"Los fans nos escupieron, trataron de tirarnos de los scooters desde el motorhome a los boxes, y cosas por el estilo. Lamentablemente nos les gustaba mi honestidad en el paddock".
"Esto fue parte de mi decisión, pero lo que más pesó fue el rumbo que tomaba el campeonato. Perdimos a un piloto hace dos años (Marco Simoncelli) y un mes después era como si no hubiese pasado nada. Sólo quieren ver tortazos y no se dan cuenta de que nuestras vidas están en juego".
"Nos convertimos en marionetas de este mundo y es algo que no tenía nada que ver con las carreras", sentencia Casey Stoner.
Fuente de la noticia: http://www.news.com.au