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Marco Bezzecchi, tercer clasificado al término de la temporada 2023 del Mundial de MotoGP, fue la mejor Ducati del último test celebrado en Valencia. El de Rimini tuvo la oportunidad de probar una de las GP23 del equipo Lenovo Team, la moto que pilotará la próxima temporada, y aunque vio cosas positivas en la versión actual de la Desmosedici, Bezzecchi todavía necesita más kilómetros para entender el carácter del prototipo que este año ha ganado el título mundial en manos de Pecco Bagnaia.
El dorsal #72 explicó a la prensa desplazada a Valencia que "hay diferencias entre una y otra", por eso necesitó "algo de tiempo para adaptarme a la moto nueva, porque mi estilo de pilotaje no encajaba del todo. Luego hicimos algunos cambios y al final acabé el día con una nota positiva", destaca 'Bezz', que acabó tercero en la tabla de tiempos a 93 milésimas de Maverick Viñales.
La mayor diferencia que Marco encontró entre su moto actual y la GP23 se encuentra en el motor, "diferente y muy rápido" asegura, añadiendo que "en el primer toque de gas la sensación es diferente. Todavía no puedo decir si es mejor o peor porque no lo he probado lo suficiente, pero sí, la sensación es distinta. Mi mayor problema hoy ha sido el de adaptarme a las características de la moto, me faltaba confianza entrando en curva respecto a la GP22, pero paso a paso hemos ido mejorando. Creo que el día ha sido positivo a pesar de que las temperaturas han sido bajas".
A la pregunta de si estas diferencias que ha encontrado las podrá abordar con un simple cambio en su estilo de pilotaje, Bezzecchi cree que "es difícil decir algo ahora", aunque recuerda que tanto Pecco como Jorge Martín han sido muy rápidos con la GP23 esta última temporada: "A principios de año Pecco también tuvo algunos problemas con la entrega de potencia y en la frenada. No creo que sea un tema de estilo de pilotaje, pero es cierto que cualquier pequeño cambio, aunque sea positivo, lo altera todo y toca volver a adaptarte. Pecco y Jorge (Martín) acabaron la temporada de un modo increíble, espero que yo pueda adaptarme también".
Por primera vez desde que llegó al Mooney VR46 Team, Bezzecchi ha tenido un compañero de equipo distinto, Fabio Di Giannantonio. Con Luca Marini trabajando ya para el Repsol Honda Team, Marco reconoce que ha sido "extraño" no ver al hermano de Valentino Rossi dentro de su garaje: "Me había acostumbrado a tenerle siempre cerca. También ha sido bonito ver a Morbidelli con la Ducati. Los test son geniales para estas cosas, pero hoy tenía que centrarme en lo mío", recuerda el de Rimini.
A Bezzecchi también le preguntaron por la velocidad de Marc Márquez en su estreno con la Ducati de Gresini; el italiano afirma que "no le ha sorprendido nada" ver al #93 arriba con la Desmosedici, señalando que "todo el mundo lo esperaba, la moto es competitiva y nadie puede negar que Marc es un piloto rápido, al fin y al cabo es campeón del mundo. He ido detrás de él un par de veces sin buscarlo, por pura casualidad, y he visto que pilotaba muy bien".
Por último, Bezzecchi ha aclarado toda la polémica que se generó el domingo a raíz de su visita al motorhome de Marc Márquez tras el percance que ambos protagonizaron en la primera vuelta del Gran Premio de Valencia; el italiano reconoce que fue al camión del #93 a decirle lo que pensaba cara a cara, pero niega haberle espetado algunas de las palabras e insultos que Bezzecchi dice haber leído en la prensa y en las Redes; por ejemplo, que le deseaba al catalán que nunca se hubiera recuperado de su lesión. Marc tampoco quiso revelar públicamente de qué hablaron, pero sí calificó a Bezzecchi de "personaje" y dijo que "se arrepentirá de lo que dijo cuando madure".
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"No quiero entrar en detalles, fue una conversación privada, pero he leído algunas noticias que informan de cosas realmente malas que yo jamás le dije", apunta pupilo de Valentino Rossi. "Yo le dije lo que pensaba, todos conocéis mi carácter, y él hizo lo mismo conmigo. Pero luego he leído palabras que me han atribuido y que son totalmente falsas, cosas que no le diría ni a mi mayor enemigo. Tuve las pelotas de ir a hablar directamente con él y decirle lo que pensaba, no me importa lo que piense la gente, pero leer que dije ciertas palabras que son mentira no fue nada bonito", sentencia Bezzecchi.
