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Marco Melandri siempre ha sido un piloto destacado. Si bien se le atribuyen muchos méritos en MotoGP, su carrera en Superbikes fue también importante. El de Ravena ha logrado numerosas victorias y podios, y un subcampeonato en 2005. Su transición a Superbikes fue igual de exitosa, y siempre ha sido alguien respetado dentro y fuera de la pista, tanto por su habilidad y tenacidad fuera como dentro de la pista.
Su legado se remonta a una época ya algo lejana de la que no queda ningún piloto en activo. Una de sus épocas más viscerales, reconoce en una entrevista al canal de YouTube de Claudio Pavanello, es la de Ducati. Y mientras él sufría sin lograr éxitos, al otro lado del box, Casey Stoner fue capaz de sacar lo mejor de aquella Desmosedici hasta convertirla en una moto campeona.
“Era una moto realmente complicada, diametralmente opuesta a mi estilo de pilotaje, de hecho Stoner fue el único que pudo pilotarla. Era una moto difícil, y dura”, valora Melandri, que dice que la “Yamaha R1 de Superbikes fue también muy difícil de llevar”. De esa Yamaha dice que era “muy competitiva y preparada, pero demasiado rígida y físicamente difícil de pilotar. Para mí, como piloto que conduce muy técnica y suavemente, era muy difícil encontrar el balance para sacar lo mejor”.
Por el contrario, entre los mejores recuerdos de su carrera, la mejor moto que llegó a pilotar fue la “Honda de cinco cilindros de MotoGP 2005/2006. Era una moto que me dio muchas satisfacciones y que tenía el equilibrio perfecto entre motor y electrónica, tanto que el manejo del gas era perfecto y te daba la posibilidad de divertirte, incluso hacer algo de ‘drift’ y sacar humo. Fue una moto perfecta que me hizo muy feliz”.
Otro de los hechos que remarca Melandri de su trayectoria es su particular historia con Valentino Rossi, “éramos amigos desde niños”. Su “particular historia”, menciona, se remonta a cuando “éramos niños, y es el piloto que más conozco”, pero que en un “determinado momento, todo se tornó en complicado para mí”, recalca.
“Llegué después de él, y me comparaba con él. Siempre le copiaba, el que hacía menos que él y ganaba menos… No era fácil. Cuando nos encontramos en MotoGP, la relación humana cambió y cada uno fuimos por nuestro camino, pero el cariño y el respeto nunca fallaron”, menciona.
Otro de los pilotos de los que guarda recuerdo es Casey Stoner: “Una persona de carácter complicado, indescriptible incluso para él mismo. Tenía un talento desproporcionado, a veces hacía cosas en la moto sin darse cuenta, pero siempre sabía qué hacer en el momento justo. Fue muy bueno estar junto a él en el garaje, siempre aprendí cosas y vi cosas que jamás pensaría que fuesen reales".
Sobre él confiesa que es una “persona extraña, muy insegura, muy cerrada. Pasabas de ser su hermano a una persona totalmente extraña de un momento a otro, pero lo entiendo. Los pilotos somos personas extrañas”.
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¿Por qué Melandri no tuvo ‘feeling’ con la Ducati con la que Stoner? Es la pregunta que ninguno de los dos serían capaces de responder: “¿Por qué Stoner era el único fuerte con Ducati? No lo sé. Ni siquiera lo sabe él. Si le preguntabas a cerca de lo que hacía, ni él lo sabía ni se acordaba, era increíble, pero era perfecto con la moto. Era capaz de llevar la Ducati como nadie lo hacía”.