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Ausente en la pasada cita de Alemania tras el fallecimiento de su padre, Alberto Puig ha viajado este fin de semana a los Países Bajos para volver a ocupar su puesto como team manager del Repsol Honda Team. El expiloto catalán no estuvo presente en pasada ronda de Sachsenring, la más crítica para su piloto estrella, Marc Márquez, víctima allí de cinco caídas que le machacaron todo el cuerpo y que además minaron por completo la moral del #93.
Puig tiene ahora la delicada tarea de mantener la cohesión interna dentro del box del Repsol Honda Team, un garaje que vive su peor crisis en la historia de MotoGP por culpa de una moto, la RC213V, que no deja de lesionar y de hacer sufrir a todos los pilotos que se suben a ella, ya sea el propio Marc o el recién llegado Joan Mir, que ya se ha perdido la mitad de las rondas celebradas este año por lesión.
Hoy, en Assen, Alberto Puig ha sido testigo directo de la preocupante falta de confianza que Marc tiene depositada en su moto; el #93 acabó 21º en el primer entreno de la mañana, a casi dos segundos de los tiempos más rápidos, y por la tarde sólo fue capaz de avanzar un par de posiciones antes de caerse en la curva 3 a rueda de Maverick Viñales, un incidente del que, afortunadamente, salió de una sola pieza.
Tras acabar la jornada del viernes, Puig pasó por el micrófono de Motogp.com y habló de la delicada situación que está viviendo el ocho veces campeón del mundo. El patrón del Repsol Honda Team no oculta que "obviamente Marc no está contento, está magullado y lleno de golpes, digamos que no está en su mejor momento físico. En Alemania sufrió muchas caídas, y no existe ningún piloto en el mundo que se alegre de caerse", valoraba Puig.
En su opinión, el piloto catalán "ha entendido claramente que la moto no está funcionando del modo que él necesita", y eso, sumado al cúmulo de lesiones con el que se marchó de Alemania -esguince de tobillo, dedo pulgar roto y costilla fisurada- han obligado al de Cervera a rebajar su ambición sobre la RC213V, algo que Puig entiende y comparte.
"Es un campeón y sigue presionando, por eso se sigue cayendo. Nunca se rinde y no lo acepta", dice al respecto. "Ahora (las caídas) se están volviendo más serias, tiene que tomárselo con calma. Aquí en Assen está un poco afectado en las costillas y en el tobillo, veremos qué puede hacer".
Los números hablan muy mal de Honda este año; la fábrica japonesa sólo ha logrado una victoria, la de Álex Rins en Austin, y el catalán es, precisamente, el mejor clasificado en la general de pilotos (13º) con 113 puntos menos que el líder, un dato sorprendente teniendo en cuenta que Rins -que se acaba de someter a una segunda operación en su pierna derecha, destrozada en Mugello- no ha vuelto a puntuar desde el Gran Premio de Las Américas.
El caso de Marc no es menos preocupante; en siete grandes premios, ahora con 14 carreras con la entrada de la Sprint Race, el piloto de 30 años acumula una tibia renta de 15 puntos en su casillero, algo inaceptable para un Márquez que este año confiaba en ser capaz de luchar por su noveno título mundial.
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El propio Marc ya expresó en Alemania su decepción por la situación que está viviendo en Honda, sobre todo ahora que tanto se habla de un posible futuro del #93 fuera de HRC, ya sea en 2024 o pensando en 2025, cuando su contrato con los japoneses haya expirado. Puig dice "entender y respetar que Marc no esté contento" en este momento, y aboga por seguir trabajando en mejorar la moto y encontrar algo que les ayuda a salir de un pozo cada más profundo.