 Por John Fernández @johnnyfumi |
La tecnología lo empapa todo en nuestro a día. No solo afecta a ordenadores, portátiles o pantallas de motos y coches. También llega a numerosos apartados de la seguridad en moto, y una de las últimas novedades llega al elemento de seguridad posiblemente más importante para el motorista: el casco.
En concreto, hablamos de un casco integral con una tecnología de lo más llamativa y posiblemente innovadora: un sistema de luz de freno integrado en la parte trasera del mismo. Y lo mejor de todo es que no necesita ningún tipo de conectividad para funcionar más que una batería y cierta autonomía.
Pertenece a la famosa serie Skwal que Shark lleva años comercializando. Sin embargo, este es el Skwal-i3 que incorpora una de las novedades más importantes en seguridad para motoristas. Para ello incluye unas luces LED en la parte trasera, de igual forma que lo hace un coche o una moto.
El casco en cuestión ofrece distintas opciones de iluminación: desde mantener las luces encendidas de forma permanente, parpadeando o directamente apagadas. Si bien no funciona con ningún cable conectado a la moto, es capaz de detectar que el piloto frena a través de un acelerómetro de tres ejes instalado en el propio casco.
Una vez detecta cierta velocidad y una reducción de la misma, activa las luces. Es decir, que detecta las fuerzas de frenado. En el caso de detectar la frenada, parpadean las luces de freno tres veces por segundo en frenadas constantes y cinco veces por segundo en frenadas bruscas. Una forma más de ser visto en carretera.
Pero no solo en la parte trasera, porque delante también equipa una tira LED con varias luces de color blanco. Si bien estas no sirven para cuando uno frena, harán las funciones de que el conductor de delante sepa que detrás tiene un motorista. El patrón de funcionamiento tiene el mismo esquema, pudiéndolas apagar, encender de forma permanente o bien que funcionen de forma simultánea.
Como todo aparato que lleve batería, la autonomía no es limitada. Este en concreto nos permitirá llevarlo encendido durante unas 12 horas de uso. Después habrá que cargarlo mediante un USB tipo C y llevará unas tres horas tenerlo al 100 %. Además, el modo de reposo se activa tras dos minutos sin movimiento y, transcurridas 24 horas, la unidad se apaga por completo para preservar la duración de la batería.
Entre otras opciones, el Skwal-i3 también viene equipado con un sistema patentado de extracción rápida de la visera sin necesidad de utilizar ninguna herramienta. Simplemente presionando la visera hacia arriba mientras pulsas dos botones.
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También cuenta con la última homologación europea ECE 22:06. Su precio de venta al público parte desde los 319 euros y ya se puede reservar en diversas tiendas. Aquí tienes un vídeo de su funcionamiento:
