 Por John Fernández @johnnyfumi |
Fabio Quartararo ha empezado el fin de semana del Gran Premio de Argentina con el pie cruzado. El francés terminó el viernes de libres muy decepcionado y, sorprendentemente y contra todo pronóstico, por detrás de su compañero de equipo Franco Morbidelli, algo que no le ha sentado especialmente bien.
Al otro lado del box, Morbidelli fue capaz de colocar la M1 en la Q2, entrando en el top y ganándose el noveno mejor crono del día. Fabio lo hizo en la 14ª posición y no logró meterse en la Q2. Tocado y hundido, fue incapaz de dominar la Yamaha, que dice sufrir muchos problemas con el agarre trasero, y tampoco parece haberle sentado nada bien que Morbidelli le haya sacado un mejor crono.
“Lo peor es que las sensaciones sobre la moto serían buenas, pero la falta de agarre en la parte trasera no nos permite ir rápido en las curvas”, reclamaba el piloto francés, que dice sentirse “extremadamente rígido sobre la moto”, y que no les queda otra que “averiguar qué es lo que funciona mal”.
El campeón del mundo de 2021 señala que “normalmente todavía logramos tener un buen ritmo de carrera, pero hoy no pudimos ser tan rápido como deberíamos”, y que echa de menos “velocidad en cada fase de los libres”. En el box dice que intentaron “quitar algo de freno motor para enfrentar las curvas de otra manera diferente, pero no ha cambiado mucho”, y que “incluso cuando tomas las curvas de manera más agresiva, si los neumáticos pierden agarre, sólo derrapas y no puedes aumentar la velocidad”.
En la sala de prensa fue preguntado sobre el crono que firmó Morbidelli, mejorando al propio Fabio. Su explicación es que “es inusual, una razón más para entender que la moto funcionó” y cree que “no estamos donde deberíamos estar. Casi parecía otra moto. Obviamente, cruzaremos datos para tener el mayor beneficio posible, pero seguimos hablando de poco más de una décima, no sería una solución a nuestros problemas, es más una cuestión de sensaciones encima de la moto”.
En términos generales, Fabio cree que las sensaciones con la nueva Yamaha M1 son todavía “peores que el año pasado” y que no entiende “por qué las cosas no funcionan, es la peor situación de la historia”. Desolado por la situación, creían que antes de Portimao la cosa mejoraría, pero no: “Veníamos a Portimao después de dos días de test e incluso si la clasificación no era lo mejor, el ritmo estaba ahí para pelear por los primeros”.
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En definitiva, el piloto de 23 años “esperaba mucho más” en Argentina después de que “el año pasado aquí logramos tener uno de los mejores ritmos”.
