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Fin de semana muy positivo para Álex Márquez en su estreno con el Gresini Racing. El de Cervera firmó una quinta posición en la carrera del domingo que le llena de optimismo y confianza de cara a la próxima cita de Argentina, sobre todo después de haber mantenido una bonita pelea contra las KTM oficiales de Brad Binder y Jack Miller de la que Álex salió victorioso.
El único 'pero' del domingo en Portimao se produjo en la última vuelta de la carrera, cuando un pequeño error del #73 le abrió la puerta a un Johann Zarco que venía con mucha velocidad por detrás, y en cuanto vio el hueco, le metió su GP23 al piloto español.
El menor de los Márquez afrontó la cita del domingo tras la Sprint Race del sábado, carrera en la que partió 13º y que finalmente remató con una novena posición que le permitió apuntarse el último punto a repartir. El catalán cree que "todo el mundo estaba un poco nervioso" en la primera carrera corta del año, por eso fue "complicado" ganar posiciones, sobre todo saliendo "desde la 13ª posición", lamenta.
"Fue una lástima mi error a mitad de carrera en la curva 5, de lo contrario podría haber estado en el grupo de cabeza. Es una pena que no pudiera adelantar a Zarco, tenía ritmo para hacerlo, pero lo importante era empezar con confianza, no quería cometer errores", valoró en relación a la Sprint Race.
El domingo, con los deberes aprendidos del sábado, el piloto del Gresini Racing completó una carrera muy sólida. En sólo siete vueltas pasó de la 12ª posición de salida a la cuarta plaza, intentando estrechar distancias con un Marco Bezzecchi que, vuelta a vuelta, se iba alejando lentamente. Márquez pasó entonces a centrar su atención en lo que tenía por detrás, con Miller, Binder, Zarco y Luca Marini apretando fuerte y formando un grupo muy compacto.
"Di el 100% desde el principio hasta el final", cuenta en relación a la carrera del domingo. "Es cierto que, por un momento, llegué a soñar con el podio, pero al final iba demasiado al límite. Toca seguir trabajando y mejorando. Tenemos las ideas muy claras".
Sólo Johann Zarco logró doblegar al piloto de Cervera ya en la última vuelta de la carrera, metiéndose por un hueco casi imposible que le valió al francés para quitarle la cuarta plaza al español. Álex Márquez afirma que "es mejor acabar quinto que caerse", aunque no por eso dejó de pelear como un jabato: "Defendí la posición con todo lo que tenía, pero a diez vueltas para el final ya iba muy al límite, estaba sufriendo mucho".
Las KTM le intimidaron durante media carrera, pero Márquez ganaba lo perdido en las rectas y fue capaz de mantener a raya a Binder y Miller. Sin embargo, no pudo con Johann Zarco: "Le vi por las pantallas de televisión. Puede ver que tenía a Johann detrás, yo tenía bastante claro qué debía hacer, pero en la curva 14 entré un pelín más rápido, dejé un espacio y no pude cerrarle la puerta. Sólo me fui largo por un metro, pero Zarco fue lo suficientemente listo y bueno como para hacerme ese adelantamiento. Intenté defenderme, pero yo estaba por el exterior, y ahí tienes todas las de perder. Intenté adelantarle en la recta, pero era muy difícil".
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Álex Márquez viaja ahora a Argentina; llegará allí clasificado en la sexta posición de la general con 12 puntos, a 25 del líder Pecco Bagnaia, convencido de que Termas puede brindarle otro buen fin de semana en el que seguirá aplicando todo lo aprendido en Portugal: "Sin duda vamos a Argentina con mucha confianza. Di el 100%, incluso hubo momentos que miré al podio con confianza... y hace tiempo que no me pasaba eso. Sabemos en qué trabajar para mejorar el final de carrera y estaremos listos en Termas", sentencia el dos veces campeón del mundo.