 Por John Fernández @johnnyfumi |
Phillipp Öttl no pasó desapercibido en los dos días de test en Jerez; ningún piloto de Ducati lo hizo. Los focos estaban mirando a la moto ganadora del año pasado, aunque eso no significa implícitamente que los resultados llegasen a ser los mejores. Ejemplo de ello el piloto alemán y su equipo, el Go Eleven, que pusieron en pista a la nueva Ducati V4 R y no acabaron demasiado contentos.
A bordo de la moto de Borgo Panigale Öttl no fue capaz de mejorar el 14º que marcó en uno de los dos días de pruebas, firmando un crono de 1:40:023. Casi dos segundos por detrás del tiempo de referencia de Bautista con la Ducati, que firmó un 1:38:449 en el segundo día, y Rinaldi justo por detrás con un 1:38.645.
Öttl tampoco mejoró sus tiempos con los otros pilotos de Ducati: 0,7 segundos respecto a Danilo Petrucci en su debut con el Barni Racing (8º). El equipo le puso la moto del año pasado para probarla más a fondo, con la nueva Ducati solo pudo hacer dos vueltas al trazado jerezano.
No es que sea un novato con la Ducati, pero no estaba cómodo. Öttl debutó con los italianos y la Panigale V4 R del Go Eleven en 2022, y aunque no se llevó ninguna victoria ni podio, de las 24 carreras hizo bastantes resultados por debajo del top 10 con la moto de la estructura privada. El mejor resultado, un sexto puesto en la Race 1 de Jerez, y varias séptimas y octavas posiciones. Sin embargo, este año parece haberle perdido el feeling por un problema de desarrollo.
Inmediatamente llegaron las críticas: “La posición del asiento es extremadamente diferente, ese es el mayor problema”, dice el piloto de 26 años a Speedweek. Trabajaron en “hacerlo más cómodo, pero dificultó el test en general”, y tampoco pudieron lograrlo. Al menos han “descubierto de qué se trata, pero como hay pocas piezas disponibles, tenemos que esperar a Portimao”.
Así que se limita a esperar a la próxima cita para “encontrar una solución con la que poder trabajar” porque en Jerez no sirvió de nada. Cree que la nueva Ducati “se construyó para Bautista, que es más pequeño”, y él es algo más grande que el piloto español, pero nota mucho las diferencias: “Antes me sentaba en medio de la moto, ahora encima”.
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“No esperábamos eso”, remata el piloto, esperando que “en Portimao mejoremos para poder empezar a probar cosas nuevas. El nuevo escape es el siguiente tema porque tenemos que ajustar todo el mapeo, todo lleva tiempo”, sentencia el joven piloto del Go Eleven.
