 Redacción @todocircuitoweb |
Valentino Rossi es un hombre feliz, y no sólo por tener la vida resulta en términos económicos. A sus 43 años, el de Tavullia disfruta de un auténtico retiro dorado junto a su pareja y su pequeña Giulietta, que pronto cumplirá su primer año de vida, y además de dedicarse en cuerpo y alma a su familia, tiene tiempo para participar en carreras de coches, entrenar con los pupilos de su academia, gestionar su equipo en MotoGP y dirigir su exitoso emporio empresarial de merchandising.
Con el 2022 a punto de finalizar, el año nuevo se presenta incluso más emocionante para un Rossi que, por segunda temporada consecutiva, participará en Fanatec GT World Challenge. Seguirá en las filas del equipo belga Team WRT, pero aparcará el Audi R8 que ha llevado este año para ponerse al volante de un BMW M4 GT3, y además participará en otras carreras en calidad de piloto oficial BMW M con la vista puesta en correr las 24 Hora de Le Mans dentro de la categoría Hypercar.
Valentino le ha dedicó un cuarto de siglo a competir de forma consecutiva en el Mundial de Motociclismo, 25 años en los que no ha parado de viajar, de ganar y de vivir una vida muy distinta a la que disfruta en estos momentos. Hablando para MCN, el #46 admite que en este momento "la mayor diferencia es que ahora tengo más tiempo" en comparación a lo que venía haciendo hasta 2021, cuando colgó las botas en las filas del equipo Petronas.
"Antes con 20 carreras al año era difícil para mí, pero ahora me gusta más viajar, ver lugares a los que siempre quise ir....", cuenta el nueve veces campeón del mundo, que hace sólo unos días estuvo en Nueva York con su mujer e hija visitando todos los rincones de la emblemática ciudad norteamericana: "Quería ir a Nueva York por un tiempo. He ido dos veces, pero siempre por trabajo, uno o dos días y luego me volvía. Esta vez, en cambio, fui a visitar la ciudad", dice al respecto.
A 'Vale' le han pasado muchas cosas en 2022, y la más especial es, con diferencia, el nacimiento de su pequeña Giulietta el pasado 4 de marzo. "La primera vez que la tuve en mis brazos, pensé por qué había esperado tanto para ser padre. En mi cabeza pensaba que tendría muchos problemas que al final no he tenido", admite el italiano, dispuesto a seguir ampliando su estirpe.
Pasando a un plano más profesional, Rossi repasa su primer año como piloto profesional de automovilismo, una temporada sin podios que el italiano valora de forma muy positiva en términos de aprendizaje. Para 2023, 'Vale' seguirá compitiendo a tiempo completo en el Fanatec GT World Challenge, pero tendrá que olvidar parte de lo aprendido con Audi y explotar todo el potencial de su nuevo BMW M4 GT3 de casi 600 cv de potencia.
"De Audi nos pasaremos a BMW", explica al referirse a su próximo desafío. "Después de 15 años, el equipo no ha llegado a un acuerdo con Audi y seremos un equipo de fábrica de BMW para la nueva temporada. El campeonato es duro, hay que trabajar mucho, el nivel es muy alto, pero logro divertirme, ¿sabes? Es genial conducir el coche".
Por último, entrando a valorar lo ocurrido este año en MotoGP, Rossi ha visto a un Pecco Bagnaia "muy rápido" que le ha dado a Ducati su segundo título en la clase reina. El de Tavullia define a su pupilo como un piloto "reservado" que "necesita su zona de confort" para ser competitivo, y cuando tiene todo de cara, "es muy rápido". "También es un gran tipo, una gran persona, es muy educado, se nota que viene de una buena familia", le piropea el #46.
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Para Rossi, es importante señalar que tanto Bagnaia como su máximo rival este año, Fabio Quartararo, "demostraron ser los más fuertes" y también "los únicos, con Jorge Martín, que buscaron su vuelta rápida en clasificación sin usar ningún rebufo", y a la pregunta de qué opina del rendimiento de la Yamaha, Rossi responde que la M1 "siempre es una moto bien equilibrada, pero ahora la diferencia respecto a la Ducati en cuanto a potencia del motor es muy importante. Fue difícil para Quartararo pelear así", concluye el italiano.
