 Redacción @todocircuitoweb |
Cal Crutchlow ya ha dado por finalizada su breve aventura junto al WithU Yamaha RNF MotoGP Team. El británico se vio obligado a salir de su retiro dorado en el mes de septiembre, cuando la fábrica de Iwata le llamó para subirse a la moto de Andrea Dovizioso a partir de la cita de Aragón.
El de Coventry arrancó con buen pie su nueva andadura en el equipo de Razlan Razali; en Alcañiz acabó 14º y fue la mejor Yamaha de la carrera, por delante de Franco Morbidelli (17º) y de Darryn Binder (18º), en un gran premio en el que Fabio Quartararo se fue al suelo a las primeras de cambio.
En Australia, la de Crutchlow volvió a ser la mejor Yamaha al término de la carrera, viendo la bandera a cuadros en Phillip Island en la 13ª posición. En total, el dorsal #35 logró acumular 10 puntos en estas seis citas, quedándose cerca de los 15 puntos que sumó Andrea Dovizioso con esta misma moto en los 14 grandes premios que disputó el italiano entre Losail y Misano, escenario de su retirada.
Con la temporada ya acabada y ahora que el RNF Team ha dejado Yamaha de lado para apostar por Aprilia, Crutchlow regresará de nuevo a sus labores habituales como probador para la fábrica de los diapasones. El británico hace balance de este año tan extraño para él en una entrevista ofrecida al diario Telegraph.co.uk, reconociendo que el asunto de los viajes por todo el mundo "es algo que no echaba de menos, aunque sí las carreras".
Crutchlow, siempre picante en sus declaraciones, dice que lo que más extrañaba de MotoGP era "correr contra gente que no gusta, lo que de verdad echaba de menos es la competitividad", de modo que estas seis carreras le han servido para apagar ese fuego interno que todo piloto lleva siempre en su interior.
"El cambio ha estado bien, he conseguido mi dosis de adrenalina para seguir siendo rápido en moto", asegura el británico, feliz por haber hecho una pausa en su labor como probador de Yamaha, un trabajo que califica de "aburrido" en determinadas ocasiones: "Es cierto que los test son, en general, aburridos, porque estás tú solo en el circuito. Ha habido días en los que había 27 personas en el box y nadie en pista. Si daba 10 vueltas, podías ver perfectamente las 10 líneas negras por donde había pasado, es algo raro".
Pese a estar retirado desde finales de 2020, Cal ha participado en un total de 10 carreras a lo largo de 2021 y 2022, un regreso puntual que le ha servido para darse cuenta de que el MotoGP actual no tiene nada que ver con el de hace tres o cuatro años: "Ahora es más difícil, porque los pilotos entienden más las motos y cómo sacar lo mejor de ellas. Luego están los neumáticos, que aprietan más las cosas porque todos pueden hacer lo mismo. Antes tenías que controlar mucho más el gas y gestionar la situación sobre la moto, ahora van a toda velocidad de principio a fin".
Y claro, para un piloto que llevaba meses sin correr y que simplemente había completado cuatro o cinco test con Yamaha desde el mes de febrero, no es fácil 'cambiar el chip' y ponerse de nuevo en modo competición, sobre todo en un campeonato como MotoGP en el que es imposible guardarse un margen prudencial: "Aquí no puedes ir a medio gas, porque entonces te quedas atrás, rodando solo, y es peligroso porque entonces los neumáticos no funcionan y te arriesgas más".
Crutchlow no quiere hacer comparaciones con otros campeonatos, aunque ve el pilotaje de una MotoGP "como conducir un Fórmula 1, son motos con las que no puedes ir despacio. No se parecen en nada a una superbike, son muy rígidas, así que cuanto más aprietas, mejor la sientes".
Leer también: El consuelo de Quartararo: Yamaha le regala una M1 de MotoGP que "pondrá en su dormitorio"
Nadie puede dudar del compromiso que Cal Crutchlow ha mantenido este año con WithU Yamaha RNF MotoGP Team pese a lo extraño de la situación. El piloto de 37 años llegaba al equipo de Razali en septiembre con la idea de trabajar en la M1 de 2023 precisamente a sólo un par de meses del cambio del RNF Team a Aprilia, pero eso no frenó al de Coventry para darlo todo hasta Valencia: "Cuando volví pensé 'tengo que ponerme en marcha otra vez' porque no quería venir aquí a dar vueltas cobrar mi cheque, no soy este tipo de personas", sentencia Cal.
