 Redacción @todocircuitoweb |
Otra carrera más para el olvido dentro del box de Pol Espargaró. Lejos de menguar, la agonía del piloto de Granollers en sus últimas carreras con Honda parece estar agudizándose, y lo ocurrido en Aragón de viernes a domingo confirma que Pol está totalmente perdido al manillar de la RC213V.
Antes de formar en parrilla, la carrera de Alcañiz ya se le había complicado al menor de los Espargaró durante la Q1 del sábado, cuando se clasificó 18º por detrás de las demás Honda, incluidas las satélite de Takaaki Nakagami (12º) y Álex Márquez (17º), un anticipo de lo difícil que sería el domingo para el #44.
Los peores presagios del catalán se cumplieron, y aunque avanzó cuatro posiciones tras el caos inicial de la carrera y pasó por meta 14º en su primera vuelta, Pol fue incapaz de avanzar a lo largo de las 22 vueltas restantes, luchando en los últimos giros contra el debutante Remy Gardner por el último punto de la carrera, una pelea que finalmente ganó el de Honda, que fue 15º.
"Ha sido una carrera muy dura y no hemos tenido la velocidad que necesitábamos para hacer algo más", manifestó Pol antes de abandonar Motorland Aragón. "No me he sentido cómodo sobre la moto en todo el fin de semana, y hoy hemos tenido mucha distancia para intentar recuperarla. La primera vuelta ha sido muy complicada, había fibra de carbono por todas partes y he tenido que rectificar mi trazada para evitar a 'Taka'", lamenta Espargaró, obligado a levantar su moto en la entrada del Sacacorchos para no impactar contra Nakagami.
El piloto de 31 años admite "ser incapaz de pilotar esta moto del modo que necesita ser pilotada. Además, tampoco estoy recibiendo nada que me ayude a adaptarme un poco mejor a la Honda. Ninguna de las dos partes está trabajando bien ahora, por eso estamos tan mal", resume el catalán, que a diferencia de Nakagami y Marc Márquez sigue empleando las mismas piezas y componentes con los que arrancó la temporada.
El problema de Espargaró es el mismo que arrastra desde hace meses, una falta constante de grip en el tren trasero que le perjudica tanto a la entrada como a la salida de las curvas, y así le resulta imposible ser rápido: "Simplemente no tenía la velocidad. No me siento cómodo sobre la moto, ni tampoco saliendo de las curvas. No puedo explotar mi estilo de pilotaje, soy débil y lento. No es una sensación nada agradable cuando entras en una curva y sientes que la moto va a hacer un highside todo el rato".
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El piloto del Repsol Honda encara la primera cita de la gira asiática del campeonato hundido en la 17ª posición de la general de MotoGP, donde sólo cuenta con 43 puntos, cuatro más que Álex Márquez (19º 39p.).
